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With Love, Meghan: Un Estilo de Vida Cuidadosamente Diseñado

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Desde su estreno en Netflix, With Love, Meghan ha generado un torbellino de opiniones. Como experta en
realeza, mi objetivo es analizar el programa con objetividad, sin prejuicios, pero también sin ignorar lo
evidente: esta serie es un proyecto meticulosamente calculado para proyectar una imagen específica de
Meghan Markle, aquella que ella siempre quiso mostrar al mundo.


Por Eugenia Garavani


Pero para entender este proyecto, hay que mirar hacia atrás. Antes de ser duquesa, Meghan tenía un blog
llamado The Tig, un espacio en el que compartía su amor por la cocina, el estilo de vida y el bienestar. Era su
pequeño rincón en internet donde plasmaba lo que le apasionaba, entre escena y escena mientras grababa
Suits. No era un pasatiempo improvisado, sino un reflejo de algo que claramente siempre tuvo en mente:
construir su propia marca de lifestyle.


Aquí es donde la narrativa se vuelve interesante. Meghan no creció en el mundo de las cenas elegantemente
servidas en vajillas de porcelana ni en casas de revista decoradas con frutas frescas estratégicamente
colocadas en la mesa. Su infancia y adolescencia fueron distintas, y su vida adulta ha sido una construcción
constante de la imagen que ella quiere proyectar. No hay nada de malo en eso—todos, de alguna manera,
construimos nuestras vidas con base en aquello a lo que aspiramos—pero en With Love, Meghan se percibe
una intención clara de mostrar un mundo idílico que, aunque inspirador, puede sentirse distante para muchos
espectadores. Especialmente para aquellos que ya tienen una postura negativa hacia ella, este nivel de
perfección solo acentúa la brecha entre Meghan y su audiencia más crítica.


Es innegable que el programa está dirigido a un nicho muy específico: madres con tiempo y recursos para
dedicar a la cocina, la decoración y el estilo de vida que Meghan presenta. No está pensado para la madre
promedio que trabaja jornadas extenuantes y apenas tiene tiempo para preparar la cena entre
responsabilidades. With Love, Meghan parece hablarles más a las mamás de Montecito, de los Hamptons o de
las zonas más exclusivas de Los Ángeles—mujeres que pueden permitirse tener huertos en casa, comprar
productos orgánicos en Trader Joe’s y hacer sus propias mermeladas caseras en cocinas dignas de House &
Garden. Esto no significa que su contenido no pueda ser inspirador para otras mujeres; es probable que
muchas encuentren ideas y tips que pueden adaptar a su realidad, aunque bien podrían encontrar lo mismo
en Pinterest sin la necesidad de una producción millonaria de Netflix detrás.


Y aquí es donde se genera una desconexión. Meghan no está apelando a la madre con la que ella creció, sino
al tipo de madre que ella probablemente hubiera querido tener y que ahora busca ser para sus hijos. No es
una cuestión de renegar de su pasado ni de su madre, Doria Ragland, sino de una visión que Meghan ha
construido para sí misma desde hace años. Ella siempre tuvo ambición, siempre miró hacia adelante, siempre
aspiró a un mundo de lujo discreto, de casas perfectamente decoradas y de una vida donde cada detalle
refleja un estilo curado. Y en este proceso, su contenido termina sintiéndose más alineado con un estilo de
vida de revista que con la realidad cotidiana de la mayoría de las madres.
Sin embargo, la producción es impecable. Cada escena está diseñada con precisión, desde la iluminación hasta
el vestuario, pasando por la elección de locaciones y el tono general de la serie. Todo parece sacado de una
película de Nancy Meyers, con ese aire de perfección aspiracional, el tipo de lifestyle que evoca calidez y lujo
silencioso. Es una estética cuidadosamente curada, y Meghan, como buena perfeccionista, ha sabido cómo
ejecutarla a la perfección.

Uno de los puntos más debatidos ha sido la autenticidad del espacio donde se graba. La serie no se filmó
dentro de su casa principal en Montecito, sino en su casa de huéspedes dentro de la misma propiedad. No es
extraño que alguien de su nivel de fama decida mantener su residencia privada lejos de las cámaras; es un
movimiento lógico y calculado. Sin embargo, el espacio sigue reflejando su estilo y la imagen que quiere
proyectar.


Otro detalle que ha llamado la atención es su apariencia en el programa. Meghan cocina, corta verduras,
exprime limones y prepara platillos sin una sola mancha en su ropa ni una gota de aceite en su delantal. Su
vestuario es otro reflejo de su estrategia de marca: predominan las tonalidades neutras—beige, camel, blanco
y negro—un estilo minimalista y elegante que recuerda a quiet luxury. Viste piezas de Zara, Banana Republic,
J.Crew, Gabriela Hearst y Loro Piana, pero siempre con toques de lujo como sandalias de Saint Laurent y su
icónico reloj de Cartier, que perteneció a la princesa Diana. Estos no son simples accesorios; son mensajes
cuidadosamente seleccionados que refuerzan su narrativa.


Más allá de la estética, With Love, Meghan también está cuidadosamente construido en términos de quiénes
aparecen en pantalla. La serie no pretende ser un espacio de debate ni una conversación diversa con voces
que la cuestionen o desafíen su visión. En su lugar, Meghan ha elegido rodearse de personas que la celebran y
la elogian constantemente. Desde su maquillista de confianza, Daniel Martin, hasta su amiga y excompañera
de Suits, Abigail Spencer, pasando por Mindy Kaling, Delfina Blaquier (esposa de Nacho Figueras) y, por
supuesto, su madre, Doria Ragland. Todos ellos forman parte de su círculo más cercano, de su tribu de
seguidores que la apoyan sin reservas.


Cada conversación dentro del programa parece cuidadosamente diseñada para reforzar la imagen de Meghan
como una mujer sofisticada, reflexiva y con una visión clara de lo que siempre ha querido. No hay espacio para
la confrontación ni para momentos que puedan incomodar. En cambio, se habla de su amor por la cocina
desde la infancia, de cómo su experiencia como Girl Scout la llevó a conectar con la naturaleza, de cómo desde
siempre ha soñado con construir este mundo de estilo de vida.


Meghan tenía claro que, dentro de Buckingham, nunca sería la protagonista de su propia historia. No podría
construir la marca personal que soñaba. Su deseo de crear un lifestyle brand al estilo de Martha Stewart o
Gwyneth Paltrow no podía realizarse mientras formaba parte de la familia real. La única forma de hacerlo era
alejándose de ese mundo, incluso si eso significaba romper lazos con la institución.
Sin embargo, si bien Meghan y Harry tomaron la decisión de apartarse de la monarquía, lo hicieron de una
manera que generó un impacto profundo en la percepción pública. Su salida no fue silenciosa, ni una simple
transición hacia una nueva vida. Hubo entrevistas explosivas, un documental en Netflix, un libro (Spare) y una
serie de declaraciones que evidenciaron una relación tensa con la familia real. Esto creó un antes y un después
en la imagen de la pareja, particularmente en Meghan.


Para muchos, el problema no es que se hayan alejado de la realeza, sino la forma en la que lo hicieron. Hay
quienes perciben una gran incongruencia en su discurso: por un lado, expresan su deseo de independencia,
privacidad y de alejarse de la institución, pero por otro lado, continúan utilizando sus títulos de duque y
duquesa de Sussex. De hecho, en With Love, Meghan, Meghan figura como productora ejecutiva bajo el título
de “Meghan, duquesa de Sussex”.
Dicho todo lo anterior, hay algo innegable: With Love, Meghan es una serie visualmente impecable, fascinante
y exquisitamente producida. Es un deleite para quienes disfrutan del diseño, la estética y el estilo de vida
aspiracional. Es el tipo de contenido que, sin duda, te deja con ganas de salir corriendo a buscar casa en Montecito y a gastar una fortuna en Williams-Sonoma o Pottery Barn, porque la inspiración está ahí, en cada
detalle, en cada platillo meticulosamente preparado, en cada mesa perfectamente puesta. Como productora y
protagonista, Meghan ha logrado un trabajo brillante.


No obstante, como consultora en imagen pública -graduada del Colegio de Consultores en Imagen Pública-, y
como especialista en realeza, es imposible ignorar que su imagen sigue siendo un reto. No porque su trabajo
no sea impecable—porque lo es—sino porque las acciones del pasado han dejado una huella en su reputación.
Podría haber inventado la cura contra el cáncer, y aún así habría quienes la criticarían. No por falta de mérito,
sino por las repercusiones de un camino lleno de controversias y conflictos previos con la monarquía.
Meghan Markle, perdón, Meghan Sussex, como ella misma pide que se le llame en la serie—y que, de hecho,
podría ser la forma correcta—sin duda tiene un talento indiscutible para contar su propia historia y para llevar
a cabo lo que se propone con excelencia. Desde un episodio de Suits hasta una pasta al dente, cuando se
compromete con algo, lo ejecuta con maestría. With Love, Meghan es prueba de ello. Pero en el juego de la
percepción pública, las imágenes no se construyen solo con talento; se construyen con tiempo, estrategia y
coherencia. Y ese sigue siendo el mayor desafío para ella.


Lo cierto es que With Love, Meghan ha sido lo suficientemente relevante para garantizar su continuidad.
Netflix ha anunciado que la serie será renovada para una segunda temporada, que llegará este otoño. Meghan
seguirá mostrándonos su mundo perfecto, donde exprime limones, prepara té, pica tomates, cocina pollo, y
no se mancha ni un ápice de su ropa blanca de lino. Una Charlotte York de Montecito que domina el arte de la
perfección doméstica. Así que vayan alistando sus tableros de Pinterest, porque Meghan regresa con más
ideas, más recetas y, por supuesto, más inspiración para una segunda temporada en Netflix.


With Love, Eugenia Garavani

2 Comentarios

  • Excelente … te felicito por afinar tu pluma y ser capaz de ver lo bueno de Meghan With Love, siempre hay que valorar el contenido bueno venga de quien venga! Gracias .

  • Me ha encantado 🥰 todo esta perfectamente puesto en escena!!! Ese aire minimalista, limpio, dulce, delicado transmite inspiración y sentimientos!!! Ahhh por cierto, Me encanta el mate 🧉 lo disfruto a diario… Gracias por tan bonito material😍 espero la segunda temporada 🥳

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