“Tan lejos, tan cerca” convierte al Museo del Prado en un escenario inesperado: la Virgen de Guadalupe, esa figura que habita la memoria colectiva de México, aparece en Madrid rodeada de casi setenta piezas. Pinturas coloniales, grabados, esculturas y libros antiguos. Al recorrerlas, se percibe una narrativa que va más allá de lo visual; cada obra es un fragmento de historia que dialoga con el espacio, que invita a detenerse, a mirar los detalles que, a primera vista, podrían pasar desapercibidos.
Detrás de ella están Jaime Cuadriello y Paula Mues Orts, dos curadores que entienden cómo narrar con imágenes. Cada sala está pensada. Las piezas están acomodadas para que no solo disfrutes de la expo, si no que puedas verla con calma y orden.

Hasta septiembre
La exposición estará abierta hasta el 14 de septiembre de 2025, y lo más cool es que la iluminación cambia según la hora. De día el espacio se siente solemne, casi austero, pero al atardecer las obras se llenan de tonos dorados. Es un recorrido para tomar con calma, dejando que los detalles se revelen en silencio.

El museo del prado
El Prado siempre es buena apuesta, pero aquí hay algo distinto: la solemnidad se mezcla con un aire íntimo. Las salas Jerónimos reciben al arte mexicano como si fuera un invitado que viene a reescribir la narrativa.
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