Con solo 30 años, Luis Ruelas, Director del área inmobiliaria de Alterna Consulting en Madrid, ha logrado abrir y liderar un área enfocada en atender a clientes latinoamericanos que buscan invertir en España. Su historia está marcada por la intuición, la resiliencia y la pasión por ofrecer un servicio con visión global.
Luis trabaja para Alterna Consulting, la sede en Madrid de Alterna Asesoría Internacional, una sociedad cotizada en la Bolsa Mexicana de Valores, cuyo origen está en Corporación Actinver, líder en México en banca privada y asset management.
Desde su llegada a Madrid, Luis ha sabido detectar las oportunidades que ofrece el boom inmobiliario en la ciudad, construyendo un puente de confianza entre inversores latinoamericanos y el mercado español.
¿Cómo llegaste a dedicarte al sector inmobiliario en España?
Llevo casi ocho años viviendo en España. En realidad, vine de vacaciones; mi hermana vivía aquí y yo estaba en un proceso largo para entrar a un banco importante en México. Llegué a estar entre los últimos diez seleccionados, con la posibilidad de irme a Londres o Nueva York, pero la oportunidad se cayó justo mientras estaba en Madrid. Y entonces me pregunté: “¿Por qué no Madrid?”. Siempre tuve ganas de vivir aquí, y decidí quedarme. Fue una decisión difícil, pero también el comienzo de todo.
Profesionalmente fue un reto enorme. Llegar a un país que no es el tuyo, con un nivel de competencia muy alto y una preparación académica fuerte en todos lados, te hace salir de tu zona de confort por completo. Pero con esfuerzo y constancia, fui creciendo poco a poco.
¿Qué cualidades consideras esenciales para emprender en bienes raíces?
La confianza. Es un negocio en el que necesitas generar un vínculo profundo con tus clientes. Están tomando decisiones patrimoniales muy importantes, muchas veces relacionadas con el futuro de su familia. La confianza, la seriedad y la confidencialidad son clave. Tienes que estar a la altura de las expectativas y ofrecer un servicio impecable.
¿Cómo definirías tu misión y visión dentro de este sector?
Mi misión es ofrecer un servicio inmobiliario de alto nivel a clientes latinoamericanos que buscan comprar un inmueble en España, respaldado por una institución financiera sólida y de prestigio. La visión a futuro es consolidarnos como una referencia en el sector, no solo para clientes mexicanos, sino para toda Latinoamérica.
¿Has cometido errores en el camino de los que hayas aprendido?
Claro, muchos. Aunque no empecé un emprendimiento desde cero, abrir un área nueva dentro de una empresa grande es como emprender. Soy joven, tengo 30 años, y cometer errores es parte del proceso. Lo importante es aprender de ellos. El que no se equivoca es porque no se atreve. Siempre habrá momentos en los que bajas y vuelves a subir, pero si tienes claros tus valores y eres constante, todo se acomoda.
¿Qué significa para ti la palabra “hogar”
Hogar para mí está directamente relacionado con la familia. Es el núcleo donde se desarrolla todo. Por eso es tan importante crear una relación de confianza con el cliente en este negocio. Estás ayudando a definir el lugar donde crecerá una familia, donde pasarán sus días más importantes. No es solo una transacción, es una decisión vital.
¿Cuál ha sido el mejor consejo que has recibido?
Dos, en realidad. El primero “atrévete a soñar”. No hay sueño demasiado grande si trabajas duro por él. El segundo “haz las cosas bien desde el principio”. Parece algo sencillo, pero en la práctica es complejo. Si no empiezas bien, eventualmente todo se desmorona.
¿Tienes algún proyecto que sueñes en realizar?
Me gustaría que el área creciera, que pudiéramos captar más clientes de Latinoamérica, y a futuro, gestionar directamente un gran proyecto inmobiliario. Hoy en día ofrecemos a nuestros clientes oportunidades de inversión, pero no gestionamos esos proyectos nosotros mismos. Me encantaría poder hacerlo.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Que todos los días aprendo algo nuevo. Trabajo con abogados, banqueros, clientes con estructuras patrimoniales complejas. Cada expediente es distinto, a veces implica donaciones, créditos desde empresas mexicanas, estructuras internacionales. Cada cliente me deja una enseñanza. Es un aprendizaje constante, y eso me encanta.
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