En el universo del lujo existen momentos que superan la ostentación para convertirse en experiencias transformadoras. Bajo el concepto “Elevated Luxury: Mindfulness Reimagined”, un grupo selecto de líderes, creativos y visionarios se dio cita en el Caribe Mexicano para replantear lo que significa sofisticación en tiempos donde el verdadero privilegio es vivir con autenticidad, bienestar y conexión con el entorno.
Un encuentro con propósito

Durante tres días, la conversación giró en torno a una nueva narrativa: el lujo consciente. Lejos de la acumulación, se buscó la reflexión, la convivencia íntima y el disfrute profundo de los detalles. Entre los asistentes destacaron nombres como Sergio Berger, Nino Aloisi, Bettina Zürcher, Andrés Carretero, Gerardo Treviño y Shani Mizrahi, quienes representan hoy la vanguardia de un movimiento que coloca a Latinoamérica en el mapa del lujo transformacional.

Como escenario de este encuentro, La Casa de la Playa demostró ser mucho más que un resort boutique. Con solo 63 suites todas con alberca privada y vista al mar, el espacio combina detalles artesanales, hospitalidad mexicana y una visión global.
Gastronomía que cruza océanos
Las experiencias gastronómicas fueron protagonistas. En Xal, el chef Andoni Luis Aduriz presentó una cena inspirada en la Ruta del Galeón de Manila, un recorrido culinario que unió la gastronomía de Asia, América y Europa. La velada en la playa, bajo la luz de las estrellas, sumó un componente ritual que unio la experiencia con la naturaleza.
El cierre estuvo marcado por el brunch dominical en Las Cuevas del Hotel Xcaret México, con más de 25 estaciones de alta cocina internacional y mexicana, platillos de autor firmados por chefs galardonados con estrellas Michelin y una propuesta de coctelería preparada a la perfección.

Bienestar elevado
El evento también dedicó espacio al bienestar integral. Una sesión de yoga al amanecer frente al mar permitió a los asistentes reconectar con la calma interior mientras la naturaleza marcaba el ritmo. La experiencia se complementó con el acceso al circuito de hidroterapia de Muluk Spa, un refugio diseñado para renovar cuerpo y mente a través de rituales sensoriales que equilibran energía y emociones.

Experiencias como esta dejan claro que el lujo ya no es acumular, sino sentir, conectar y trascender. El lujo elevado es mindfulness, es consciencia, es la capacidad de encontrar lo extraordinario en lo esencial.

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