México está de moda. No solo en las pasarelas o en la cocina, también en la mirada cultural de otros países que buscan conectar con nuestra identidad, nuestra historia y nuestra calidez. Bulgaria es uno de ellos.
Desde Sofía, Fundación Casa de México en Bulgaria llega como una plataforma independiente que quiere hacer lo que mejor sabemos hacer: abrir puertas, compartir mesa y construir amistad. Un espacio donde los colores, los sabores y el simbolismo mexicano se convierten en lenguaje universal.

Una nueva casa para México
Esta fundación nace con el propósito de ser el punto de encuentro para el intercambio cultural entre México y Bulgaria. Su misión es clara: que México sea reconocido por su riqueza artística y cultural, pero también por los valores que nos definen: respeto, diversidad y comunidad.
Su gran debut
El primer gran evento no podría ser otro: Día de Muertos. Altares, pan de muerto, flores de cempasúchil y música que honra la memoria: una celebración que tocará el corazón búlgaro y demostrará que recordar también es una forma de amar.

México, anfitrión del mundo
En un momento histórico donde las divisiones se multiplican, este proyecto levanta la mano para recordarnos que la cultura une donde la política separa.
Aquí, una ensalada shopska podrá convivir sin prejuicios con unos tacos de cochinita pibil, porque donde hay mesa, hay comunidad. Porque donde hay historia, hay futuro.
Este nuevo puente cultural no busca diplomacias rígidas, sino encuentros reales entre personas. Un recordatorio de que decir “mi casa es tu casa” es nuestra forma más honesta de hacer diplomacia.
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