A lo largo de la historia, las perlas se han convertido en elementos de lujo que enaltecen a la alta joyería y acompañan a las grandes personalidades. Mujeres como Elizabeth Taylor y María Antonieta han tenido en su posesión perlas icónicas como “La Peregrina” de Taylor. Y si de grandes coleccionistas hablamos, nadie como Al Fardan, quien poseía la colección más grande de perlas saladas en el mundo, hasta que cada una de ellas pasó a manos de Tiffany & Co.
Bajo el sello de Tiffany
La firma neoyorquina adquirió cada perla de la colección privada del Sr. Hussein Al Fardan, una de las principales autoridades mundiales en perlas naturales de agua salada, convirtiéndose en la única Casa con este exclusivo privilegio. Por tercer año consecutivo, el Sr. Hussein Al Fardan abrió sus puertas a Tiffany & Co. para seleccionar personalmente algunas de sus perlas favoritas para esta colección exclusiva, una oportunidad excepcional entre las Casas de Alta Joyería. La creación de un collar elaborado con perlas naturales de esta región, inigualables en tamaño, forma y brillo, puede requerir más de 20 años de búsqueda. Su colección privada es la más grande de perlas naturales de agua salada del Golfo.

En palabras de Anthony Ledru, director ejecutivo de Tiffany & Co.
“La colección Bird on a Pearl 2025 es la fusión perfecta entre la rica herencia de Tiffany y nuestra incesante búsqueda de la excelencia creativa”, afirma Anthony Ledru, director ejecutivo de Tiffany & Co. “Cada pieza es un testimonio del arte visionario de Jean Schlumberger, reinterpretado con las perlas más raras del mundo para crear algo verdaderamente atemporal. Esta colección celebra la belleza de la naturaleza, a través de una artesanía y creatividad que solo Tiffany puede ofrecer.”

La tercera edición Bird on a Pearl
Con esta colección, Tiffany & Co. rinde homenaje a la deslumbrante belleza de las perlas naturales de agua salada en formas nuevas e innovadoras. Algunos diseños presentan al icónico pájaro posado sobre perlas barrocas o en forma de gota, lo que genera un vínculo armonioso entre la naturaleza y lo extraordinario. En otras piezas, el pájaro y las perlas se entrelazan de manera íntima, con las perlas que forman la cabeza o el cuerpo del ave, lo que da lugar a una fusión de arte y elegancia. Los tonos degradados y las variadas formas de las perlas evocan las transiciones de las estaciones, desde la suave luz primaveral hasta la calidez del verano y los matices delicados del otoño.
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