Últimamente, las redes sociales han explotado con opiniones y críticas sobre el cast de la nueva serie de Ryan Murphy, “American Love Story”, la cual va a seguir la historia de amor entre John F. Kennedy Jr. y Carolyn Bessette. Pero detrás de ese linaje de íconos estadounidenses, hay nombres que también marcaron época. Uno de ellos es Lee Radziwill, hermana menor de Jacqueline Kennedy Onassis (Jackie O), tía de JFK Jr. y, para mí, la verdadera musa de estilo del clan. Su vida fue una mezcla de elegancia aristocrática, conexiones con el jet set global y un aura de sofisticación que aún hoy sigue inspirando.

Privilegiada del siglo XX
Mientras Jackie se casaba con el futuro presidente de Estados Unidos, Lee apostaba por una vida menos predecible, más bohemia, más europea. Lee no necesitó ser Primera Dama para dejar huella. Se casó con un príncipe polaco (Stanislas Radziwill), vivió en Londres y París, frecuentó artistas, diseñadores, fotógrafos, escritores y cineastas.
La prensa muchas veces la llamó “la otra Kennedy”, y muchos creen que ese nombre was the story of her life, como si su identidad solo pudiera existir en relación con su hermana. Pero Lee nunca pareció tener prisa por desmentirlo. Al contrario: supo convertir esa posición lateral en un espacio propio. Desde ahí, cultivó amistades con Truman Capote, Andy Warhol, Cecil Beaton y Rudolf Nureyev; fue fotografiada por Richard Avedon, fue musa de Giorgio Armani y decoradora de interiores para casas que hoy son referencia en diseño.


Lo que hacía especial a Lee no era solo su apellido ni sus conexiones, sino su sensibilidad. En sus “memoirs”, y en cada entrevista que dio, había una interesante mirada, un lente peculiar, como de quien sabe que el glamour también puede ser una forma de armadura. Su estilo, más europeo que americano, minimalista pero super chic, sigue siendo referencia para las editoras de moda que buscan esa mezcla entre clase sin perder ese toque de personalidad.

Narrativa propia
Hoy, mientras se revive la historia de su sobrino y su cuñada en la pantalla, vale la pena recordar a Lee Radziwill no solo como “la hermana de Jackie”, sino como una mujer que supo construir su propia narrativa, lejos del poder y cerca de la belleza.

En lo personal, Lee es una de las mujeres que están en mi repisa de inspiración, por así decirlo, ha sido mi “lifelong inspiration” en cuanto a la moda, estilo de vida y forma de habitar el mundo. No vivió para ser el centro de atención, pero inevitablemente lo fue. Y quizás por eso, porque nunca pareció forzar su lugar en la historia, es que permanece en la memoria como un ícono distinto: uno que no grita, pero nunca se olvida.
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