El rosa se lleva muy bien con el verde, eso lo sabemos desde el 2003 cuando Wicked llegó al Gershwin Theatre de Broadway en Nueva York (luego de un corto periodo de prueba en San Francisco). Desde entonces, el musical con canciones de Stephen Schwartz y libreto de Winnie Holzman ha cautivado a la audiencia, manteniendo una temporada ininterrumpida en el mismo teatro por más de 20 años.
Ahora, y luego de una larga espera, Wicked llegó en su versión cinematográfica a las pantallas de todo el mundo y de la mano de Ariana Grande en el papel de Glinda y Cynthia Erivo como Elphaba, y hay mucho que hablar y agradecer al respecto.
Hay que decirlo, tanto para quienes conocemos la historia original del Mago de Oz, como para quienes hemos leído el libro de Wicked, Memorias de una bruja malvada, y para quienes hemos visto el musical en vivo, su versión fílmica llega como un abrazo a la nostalgia, cumpliendo con todas las expectativas, pues no siempre resulta del todo fácil ver una nueva versión de un clásico que ocupa un lugar especial en nuestro corazón, sin embargo, Ariana y Cynthia consiguen hacer de esta historia una propia, respetando y enalteciendo su legado, pero a la vez, dándole un toque tan especial y personal.

Las miradas en Wicked
En los últimos años he tenido la oportunidad de ver el musical en vivo tanto en México (con Danna y Ceci de la Cueva quienes dan vida a Elphaba y Glinda en su versión en español) como en Estados Unidos y siempre me ha erizado la piel y me ha emocionado tanto como la primera vez, sin embargo, nunca antes pude percibir tanto detalle como lo hice al verlo en pantalla grande. Un gran acierto para la dirección de Wicked, a cargo de Jon M. Chu, es que en esta versión fílmica, las miradas hablan. Ello sucede desde el primer número musical a cargo de Ariana Grande dando vida a Glinda, quien se presenta con una gran sonrisa, pero una mirada nostálgica por la historia que está por contar. Seguida de esta, son cientos de miradas las que Ariana, Cynthia, Jonathan Bailey, Michelle Yeah y el resto del elenco cruzan, que cautivan en cada escena. Mención especial a Cynthia Erivo que su expresión facial y corporal durante todo el filme es espectacular.
La química de Wicked
Asimismo, un elemento clave en esta historia que nos lleva del odio al amor de amigas en un par de escenas, es la química que existe entre las protagonistas, algo que hemos visto siempre en el teatro desde que Idina Menzel y Kristin Chenoweth dieron vida por primera vez a este par de brujas. Hoy, la química entre ambos personajes sigue latente y más fuerte que nunca de la mano de Ariana y Cynthia, quienes escena tras escena dejan al descubierto su cariño y compañerismo. Otra mención especial a Idina y Kristin, porque siempre la merecen.

La magia del teatro
Si algo queda claro al ver Wicked es que su esencia está sobre las tablas, partiendo de sus protagonistas quienes incursionaron en la industria sobre el escenario, así como del resto del ensamble que las acompaña en cada escena, y quienes consiguen hacer de esta puesta en pantalla grande una espectacular. Asimismo, para el filme, tanto los protagonistas como el ensamble, apostaron por cantar en vivo durante las escenas, lo cual se disfruta en cada número, dejando al descubierto su talento, esfuerzo y gran compromiso con el trabajo que entregan. Por último y no por ello menos importante, debemos hablar de la escenografía, la cual supera cualquier expectativa; un millón de tulipanes plantados para una escena, la construcción de ciudades enteras y un sinfín de detalles que nos sumergen en el maravilloso mundo de Oz. En cuanto al diseño de producción se refiere, Wicked merece todos los reconocimientos.
Fieles al clásico
Hoy día, tanto Wicked como la historia del Mago de Oz son clásicos que han acompañado a diversas generaciones, ello lo sabía bien tanto el director Jon M. Chu, como sus protagonistas, el resto del elenco y producción que hizo posible este filme, quienes a lo largo de poco más de 2 horas y media nos regalan un sinfín de guiños al musical y a la historia que inspiró tal, desde la aparición de Dorothy, el hombre de hojalata, el espantapájaros y el león, como la presencia de un par de zapatillas rojas, pero también de otras de plata, y hasta un título de película en pantalla grande que hace alusión al diseño original que se veía en El Mago de Oz de 1939. Sin duda alguna, el filme está lleno de referencias al musical y a la historia original y cada una se agradece y se presenta como un gesto de respeto y admiración por los clásicos que hoy se han reinventado para llegar a la pantalla grande de la mano de Wicked, un imperdible que ya podemos disfrutar en pantalla grande.
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