En un mundo saturado de productos cosméticos que prometen resultados inmediatos pero pocas veces sostenibles, Valeria Rincón e Ivana Santoyo decidieron crear THE LOOK, una marca nacida de una necesidad personal que evolucionó hacia una propuesta de belleza real, accesible y consciente.
Desde su primer suero para pestañas y cejas, las fundadoras entendieron que emprender va mucho más allá de lanzar un producto, implica lidiar con proveedores, perfeccionar cada detalle y, sobre todo, construir una comunidad basada en la honestidad.

¿Cómo nació la idea de crear un suero para pestañas y cejas?
Ivana: La idea nació como una necesidad personal. Yo ya usaba sueros de pestañas desde hace mucho, había probado absolutamente todos: genéricos, de farmacia, de lujo y cada vez más amigas me pedían recomendaciones. Les mandaba audios larguísimos explicando cómo usarlos, qué ingredientes buscar, qué evitar.
Fue en pandemia cuando decidí empezar a investigar fórmulas. Después el proyecto se detuvo por temas personales, hasta que conocí a Val. Nos hicimos muy amigas muy rápido, y vi que teníamos habilidades complementarias. Ella tenía toda la parte de marketing y PR, y yo la parte técnica y de producto. Entonces decidimos hacerlo juntas y relanzamos el proyecto desde cero.
Valeria: Yo también ya tenía interés en crear productos. Así que cuando Ivana me invitó, hicimos equipo perfecto. La fórmula que tenemos ahora ha pasado por muchísimas versiones. Pero lo más importante para nosotras siempre fue que fuera algo que realmente nosotras usaríamos: seguro, eficaz y sin que irritara los ojos, como pasa con otros sueros del mercado.
¿Qué les motivó a apostarle a un producto tan específico dentro del mundo de la belleza?
Justamente por lo específico. Hay una saturación enorme de productos, pero pocos que de verdad funcionen sin efectos secundarios. Muchos sueros son carísimos o contienen ingredientes que irritan. Nosotras queríamos algo real, accesible, que potenciara tu belleza natural sin comprometer tu salud.
¿Cuál fue el mayor reto al iniciar su proyecto?
La página web, fue un drama. Contratamos desarrolladores que prometieron hacerla desde cero, sin plantilla. Nueve meses después, no funcionaba. Se veía mal, era lenta y nada se veía como nosotras queríamos. Nosotras cuidamos muchísimo la calidad visual y nada cuadraba.
Y eso fue solo el comienzo. También tuvimos errores con proveedores, como cajas mal impresas, productos mal entregados, textos con errores porque el sistema no leía bien los archivos. Nadie te dice que vas a tener que revisar hasta el último punto y coma tú misma.
¿Cómo lidiaron con el miedo de que ya existían muchas marcas similares? ¿Qué hace diferente a THE LOOK?
Nosotras no queríamos inventar algo irreal. Queríamos algo que ayudara a potenciar lo que ya tienes. Nuestro lema es Boost Your Own Look, que también es Boost Your Confidence. Que te sientas orgullosa de tus propias pestañas, tus propias cejas.
También cuidamos mucho el precio. Hay sueros que cuestan mucho dinero. Nosotras logramos una fórmula efectiva, de calidad, a un precio accesible. Queremos que más personas puedan acceder a este tipo de productos sin tener que gastar una fortuna.

¿Qué aprendieron del proceso de poner su marca en el mercado, desde el empaque hasta la venta?
Que siempre va a haber errores. Siempre. Tú haces tu presupuesto y crees que todo va a salir así y no. Salen costos escondidos, retrasos, errores de impresión. Hay que aprender a resolver todo el tiempo.
También aprendimos que hay que estar encima de cada proveedor. Hasta el más mínimo detalle. Nosotras mandábamos los diseños perfectos, pero ellos los convertían en imagen y se perdían letras, acentos, palabras. Desde entonces pedimos pruebas de impresión, videos, fotos de todo.
¿Qué mensaje hay detrás de su marca, más allá del producto? ¿Cómo quieren que las personas se sientan al usarlo?
Queremos que se sientan más ellas mismas. Que puedan realzar lo que ya tienen. Si alguien te dice “qué bonitas tus pestañas” y sabes que son tuyas, se siente diferente. Es como decir “sí, soy yo, y me gusto así”.
No se trata de cubrirte, sino de resaltar lo propio. Todas podemos hacernos mil cosas, y está increíble. Pero también está padre sentirte segura sin necesitar nada más.
¿Qué valores son fundamentales para ustedes?
Transparencia. Siempre. Por ejemplo, muchas clientas embarazadas nos preguntan si pueden usar el producto. Aunque hay marcas que lo venden sin problema, nosotras preferimos decirles que no, a menos que su médico lo apruebe. No vamos a mentir para vender.
No somos doctoras, y preferimos ser claras con lo que hay. También revisamos cada ingrediente, sus efectos, y lo comunicamos con honestidad.
¿Cuál ha sido el mejor consejo que han recibido?
Que no esperemos a tener todo perfecto para lanzar. Porque nunca va a estar todo perfecto. Siempre va a haber algo que ajustar. Entonces mejor empezar con lo que ya tienes y mejorar en el camino. El primer lanzamiento lo hicimos así, con lo que teníamos listo. Y poco a poco todo se fue acomodando.
¿Qué lección les ha dejado el camino de emprender?
Que nunca dejas de tener errores, pero aprendes a manejarlos. Ya no nos asustan como al principio. Ahora, si hay un problema con un proveedor, sabemos cómo solucionarlo.
También aprendimos que tienes que saber un poco de todo. Nos metimos a aprender Shopify, buscar proveedores, hacer contenido, todo. Hay que estar dispuesta a investigar y resolver.
¿Cómo les gustaría que creciera su marca?
Nos gustaría estar en puntos de venta físicos. Aunque online funciona muy bien, hay lugares a donde no llega la paquetería. Queremos estar más cerca de nuestras clientas. Y claro, seguir creciendo el portafolio de productos.
¿Qué han aprendido de ustedes mismas a lo largo de este proceso?
Que sí podemos con todo. Que aunque parezca difícil, si quieres aprender algo, lo puedes hacer. Todo está en tener ganas.
También a ser más pacientes, a resolver con calma. Van a haber clientes que se molesten, problemas que no veías venir pero lo importante es tener claridad mental y voluntad para resolver.
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