En un mundo donde el tiempo, la rutina y el cansancio muchas veces se imponen sobre el autocuidado, Fitpass ha logrado redefinir la manera en la que entendemos el ejercicio y el bienestar. Detrás de esta transformación está Karen González, una mujer que lidera con el ejemplo, cuya pasión por la salud integral ha sido el motor de una plataforma que hoy conecta a miles de personas con una vida más activa, flexible y consciente.

¿Cómo llegaste a ser CEO de Fitpass y qué te motivó a tomar ese rol?
Desde muy chica, el ejercicio fue una parte muy importante en mi vida. Mi mamá siempre nos impulsó a mantenernos activas. Yo hice mucho ballet, luego en prepa y en la universidad jugué fútbol y fui parte del equipo representativo femenil; incluso fui capitana. Amaba esa etapa, y el deporte siempre ha sido parte de mi identidad.
Al final de la universidad descubrí el Bikram yoga, que es una práctica muy intensa con calor. Al principio pensé que era demasiado, pero me motivaba ver que personas más grandes que yo lo hacían. Así que me metí de lleno. Una de mis maestras se volvió una gran amiga y guía. Después de graduarme, mi hermana y yo decidimos abrir un estudio de yoga. Aunque yo había estudiado Negocios Internacionales pensando que me dedicaría a temas como derecho internacional o aduanas, la vida me llevó por otro camino.
Al abrir el estudio, me di cuenta de que tener pasión no era suficiente. Claro, la pasión es como la gasolina: te hace levantarte todos los días. Pero para realmente mover el coche necesitas habilidades, estrategia, dirección y, sobre todo, un buen equipo. Empecé a aprender sobre administración, marketing, recursos humanos y me di cuenta de que me gustaba mucho manejar personas, pero manejar un negocio era otro reto. Tenía que aprender a atraer clientes, organizar finanzas, liderar un equipo. Todo eso fue una gran escuela.
En ese mismo tiempo, Lisa, que hoy es mi socia, estaba estudiando una maestría y se le ocurrió la idea de Fitpass, inspirada en un modelo que vio en Estados Unidos. Me invitó al proyecto, y desde el principio conectamos. Yo ya tenía experiencia en el mundo del fitness en México, no solo con mi estudio sino también dando consultorías a otros espacios. Sabía lo que les faltaba a los estudios boutique: marketing, estructura, visibilidad.
Juntas vimos la oportunidad de transformar la industria del fitness. Queríamos ayudar a otros estudios a crecer y, al mismo tiempo, hacer que el ejercicio fuera más accesible para más personas. Y así nació Fitpass, con una visión muy clara: impulsar una comunidad más saludable, conectada y fuerte.
¿Qué habilidades consideras claves para poder dirigir una empresa en el sector fitness?
Pasión. Mucha pasión por lo que haces. Te tiene que gustar muchísimo lo que estás compartiendo. Debes sentir que es una vocación, que naciste para enseñar y ayudar a los demás. En este sector, realmente estás vendiendo pasión.
Otra habilidad clave es saber escoger bien a tus socios. Es muy importante que tengan la misma visión que tú. Muchas empresas fracasan porque los socios no están alineados en lo que quieren construir.
Además, la resiliencia es fundamental. Te van a pasar muchas cosas inesperadas. La habilidad de mantener la calma, respirar y resolver es vital. Si eres resiliente, tienes muchísimas probabilidades de sacar adelante tu emprendimiento.
¿Cómo describirías tu estilo de liderazgo?
Mi estilo de liderazgo es: lead by example. Me gusta ser congruente con lo que digo y hago. Me esfuerzo por ser puntual, enérgica, proactiva y dar el ejemplo. Eso inspira a mi equipo.
También doy talleres de liderazgo, donde digo que todos somos líderes, solo que debemos decidir qué tipo de líderes queremos ser. Para mí, el mejor líder es el que lidera con el ejemplo. Esa congruencia entre lo que dices y haces es lo que realmente inspira a los demás.
La cultura de una empresa depende directamente del tipo de líder que eres. Si quieres cambiar la cultura, primero tienes que preguntarte qué tipo de líder quieres ser.
¿Qué aprendizajes te ha dejado el proceso de escalar una empresa en un sector tan competitivo?
Uno de los mayores aprendizajes ha sido enfocarme en mejorar yo, en lugar de mirar qué hace la competencia. Cada semestre me siento a ver cómo podemos ser mejores en cada área. Si algo he aprendido es que no debes ser reactivo, sino activo.
Es importante anticiparte a los cambios y no quedarte dormido. Me enfoco en cómo puedo ofrecer el mejor producto y servicio posible, sin compararme con los demás.
¿Cómo tomas decisiones importantes dentro de la empresa?
Muchas decisiones las tomas con intuición, sobre todo al principio, cuando no tienes tanta información. A medida que crece la empresa, tienes más datos, más dashboards, y puedes tomar decisiones mejor informadas.
Sin embargo, incluso con toda la información, nunca tendrás una bola de cristal. Siempre hay una parte que depende de la intuición.
También escucho a mi equipo. Les pido ideas, datos, opciones, y al final tomo la decisión con base en todos esos inputs. Pero también sé que, en el futuro, quiero rodearme de personas incluso más inteligentes que yo, porque si eres la persona más inteligente en la mesa, estás en la mesa equivocada.
¿Cómo ha transformado Fitpass la manera en que entendemos el ejercicio, el acceso y el autocuidado?
Antes, la gente pensaba que hacer ejercicio era complicado, aburrido o caro. Con Fitpass hemos logrado romper esa barrera.
Hacemos el ejercicio más accesible: desde la app puedes comprar y cancelar con dos botones. Lo hacemos más económico, más divertido y más flexible.
También ayudamos a que las personas salgan de la rutina: un día pueden ir a pilates, otro a yoga y otro a correr. Hemos facilitado que más personas se alineen con una vida más saludable.
¿Qué significa para ti el bienestar?
El bienestar es un estado en el que cuidas tu salud física, mental y espiritual al mismo tiempo. Para mí, ese equilibrio es bienestar.
¿Cuál ha sido una de las decisiones más difíciles que has tenido que tomar como CEO?
Cerrar un país. Lanzamos Fitpass en Perú un año antes del COVID. Intentamos muchas veces pivotear, adaptarnos, pero las condiciones externas, problemas políticos, crisis económica, ya no dependían de nosotros.
Aceptar que algo no estaba funcionando fue durísimo. Soy una persona que cree que todo se puede con pasión y enfoque, pero aprendí que hay factores externos que no puedes controlar. Estar en paz con eso y tomar la decisión de cerrar Perú fue muy difícil.
¿En algún momento creíste que Fitpass llegaría a ser lo que es hoy en día?
Sí lo creí. Siempre pensé que esto iba a funcionar. Una de mis frases favoritas es: “Si crees que puedes, ya recorriste más de la mitad del camino.” Desde el principio creí que íbamos a crecer mucho.
Lo que nunca imaginé fue crecer tanto: la cantidad de usuarios, personas leyendo nuestro blog, nuestra presencia en cuatro países. Nunca imaginé ese nivel de impacto, aunque sí creí que lo lograríamos.
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