“Manuel…”, le dice Chespi a Manolo Caro durante el shooting de portada para The Editorial Mexico. No es el llamado de un actor a un director, sino el de un amigo a otro con quien ha compartido dos décadas de vida, rodajes, viajes y confesiones. En esta conversación exclusiva con The Editorial México, los cómplices creativos detrás de Serpientes y Escaleras —la nueva serie de Netflix que se estrena este 14 de mayo— se abren, no solo sobre su más reciente proyecto, sino sobre una amistad que se ha mantenido durante años.

“Nos vimos y nos abrazamos”
Su historia comenzó en 2004, cuando Juan Pablo se mudó a la Ciudad de México y Regina Cinta los presentó. “Sabíamos que ahí iba a haber algo. Fue amor a primera vista”, dicen entre risas. Desde entonces, han colaborado en cine, teatro y televisión. “No se si cortarme las venas, La vida inmoral, La casa de las flores… y ahora Serpientes y Escaleras”. La dinámica entre ellos fluye como dos grandes amigos y cómplices; se interrumpen, se burlan entre ellos, se aplauden, se ríen. “Yo admiro mucho a Manuel. Qué bueno que regresó a la comedia”, dijo Chespi. “Es donde me siento más cómodo”, responde Manolo, reconociendo que esta serie es su primer regreso a este género desde La casa de las flores.
Juego de niños y diversión para todos
Bien dicen que el juego de Serpientes y Escaleras representa simbólicamente el recorrido de la vida, con sus altibajos, avances inesperados y retrocesos repentinos. Tiene un origen moral y filosófico que viene que de la india y se utilizaba como herramienta para enseñar valores éticos y espirituales. Las escaleras simbolizan las virtudes, el progreso, las buenas acciones y las serpientes por su parte, representan los errores, os vicios, y las malas decisiones. Serpientes y Escaleras es una sátira sobre el poder, la ambición y la doble moral. “Es la historia de una prefecta en una escuela de niños fresas que se ve atrapada en un conflicto absurdo entre dos familias ricas que intentan manipularla”, explica Manolo.

“Vivimos en una sociedad donde algunos creen que por tener dinero o poder están por encima de la ley o de la ética”
La premisa, sirve para desnudar verdades sociales incómodas y si es que si de historias de doble moral se trata, Manolo Caro se pinta solo. “Vivimos en una sociedad donde algunos creen que por tener dinero o poder están por encima de la ley o de la ética”, dijo. La serie se ríe de eso: de las caretas sociales, de la hipocresía cotidiana. “Es muy simpática, te va a hacer reír mucho, pero también te va a poner un espejo enfrente”, dijo Manolo. Por su parte, Chespi nos dijo “Mi personaje es tan simpático que lo vas a querer, aunque tome las peores decisiones. Porque así es la vida, ¿no? A veces los más grandes hijos de puta son los más encantadores”.

En la serie, Juan Pablo Medina interpreta a Olmo Muriel, un chocolatero que cría solo a sus dos hijas. “Es papá y mamá a la vez. Es un personaje delicioso que me regaló Manuel”, dice con orgullo.
“No suelo hacer castings. Escribo para mis actores”.
La conexión entre ambos va más allá del guion: “Imagínate cuánto hace que nos conocemos, que cuando nos conocimos Loreto —quien ahora interpreta a mi hija— ni siquiera había nacido”, recuerda. Caro, fiel a su método de escritura, pensó en Loreto Peralta y Cecilia Suárez desde el primer borrador. “No suelo hacer castings. Escribo para mis actores. Y tengo la fortuna de que últimamente todos me dicen que sí”, confiesa.

Historias de familia
En el corazón de la obra de Manolo siempre está la familia. “Es un tema al que regreso una y otra vez, porque me quita el sueño”, dice. “Mi familia es numerosa, compleja, divertida. Y aunque aquí el enfoque es distinto, Serpientes y Escaleras también habla de eso. De vínculos, de lealtades, de contradicciones”. Pero si hay una familia que atraviesa toda esta conversación es la que él ha elegido: sus amigos. Juan Pablo es uno de ellos. “Hemos pasado estos seis meses prácticamente juntos. Entre España, México, viajes…”, cuenta Chespi. “Y cuando trabajas con alguien que quieres, todo fluye distinto. Hay confianza, hay entendimiento, hay diversión”. “Manolo es un gran director y una gran, gran persona”, nos dice Chespi. “Tiene bonita letra, buena escena, y casi siempre está de buen humor”. Nos dice Manolo sobre su amigo. “Chespi es de los mejores amigos que tengo. Muy generoso y muy divertido”
Y así, entre chistes locales, anécdotas compartidas y una complicidad que no necesita explicaciones, ambos dejan claro que su vínculo va más allá de las cámaras. Serpientes y Escaleras es solo un nuevo peldaño en una relación que lleva años tejiéndose con afecto, respeto y muchas, muchas carcajadas

Fotos: @einargonzalezphoto
Video: @israelghp
Styling: Rodrigo Alcántara @rodrigoaalcantara
Coordinación de moda : Melissa Elías @meleliass
Locación: @agoprojects
Instalación de @kauani___ by @inesllasera e @inesquezada
Grooming/ @keniarivera.makeup para Oriflame
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