Fotos: Israel Hernández
Pagina de inicio The Interview Makaua: Donde el diseño nace en familia y se teje en comunidad
The Interview

Makaua: Donde el diseño nace en familia y se teje en comunidad

46

Todo comenzó con el sueño de una madre: exportar al mundo algo hecho a mano en México. Un día, se cruzó con un señor que vendía manteles de palma y, sin pensarlo demasiado, decidió rastrear la comunidad que los elaboraba en lo profundo de la sierra. Así nació el primer vínculo artesanal de lo que más tarde se convertiría en Makaua, una marca que hoy dirigen sus hijas, Paola, Lorena, y Andrea. Esta es la historia de una empresa que nació en familia, creció con comunidades, y sigue apostando por la belleza de lo hecho en México.

¿Cómo nace Makaua?

La historia comenzó con nuestra mamá. Siempre había tenido el sueño de exportar algo hecho en México. Un día se encontró a un señor vendiendo manteles de palma y le encantó. Decidió buscar la comunidad donde los elaboraban y les propuso trabajar juntos. Luego ofreció esos manteles a una tienda en Estados Unidos, y le dijeron que sí, así que comenzó a trabajar con ellos por muchos años.

¿Y cómo se integraron ustedes al proyecto?

Mi mamá vendió manteles como 15 años. Después nos involucramos, comenzamos a desarrollar las primeras canastas, y con el tiempo armamos una colección más completa. Empezamos a ir a ferias en París y Nueva York, y ahí el proyecto arrancó con la colección completa.

¿Qué significa el nombre Makaua?

Viene del náhuatl y tiene que ver con el acto de dar la mano, de pasar algo de mano en mano. Nos encantó porque refleja perfecto lo que hacemos: desde el artesano que sube la sierra a cortar palma, hasta la persona que coloca la canasta en su casa. Todo pasa por muchas manos y cada producto tiene una historia.

¿Cómo ha evolucionado el proyecto desde entonces?

Muchísimo. Empezamos vendiendo manteles a un solo cliente y hoy exportamos a todo el mundo. Hemos ampliado nuestro catálogo con accesorios y objetos de casa. También aprendimos a manejar temas logísticos y enfrentar crisis como la pandemia. Cada colección es un nuevo reto creativo.

¿Cuál ha sido uno de los errores del que más han aprendido?

En una feria aceptamos muchos más pedidos de los que podíamos producir. Teníamos fila de gente esperando para hacer pedidos y no supimos decir que no. Fue una gran lección, hay que aprender a poner límites y ser realistas con la capacidad de producción.

¿Qué quieren transmitir con sus piezas?

Nos gusta pensar que cada una tiene historia. Son productos con alma, combinan una técnica artesanal mexicana con diseño contemporáneo. Y detrás de cada pieza hay trabajo, tiempo, amor, muchas manos. Queremos que la gente lo sienta cuando lo usa en su casa.

¿Qué valores son fundamentales para ustedes?

El respeto, sin duda. No siempre pensamos igual que las comunidades con las que trabajamos, pero nos escuchamos y nos entendemos. También hay cariño. Suena cursi, pero sí somos como una familia.

¿Qué hace diferente a Makaua de otros proyectos?

Nuestra historia y nuestra relación con la comunidad. No es solo una compraventa, hemos crecido juntos, mejorado técnicas, desarrollado diseños en conjunto. Hay mucho corazón en lo que hacemos.

¿Cómo mantienen el vínculo con las comunidades artesanas?

Hablamos con ellos todos los días, literalmente. Aunque no podemos visitarlos tanto por temas de seguridad, estamos en contacto constante. Ya somos como una familia, llevamos más de 25 años trabajando juntos.

¿Qué han aprendido de ustedes mismas durante este proceso?

La capacidad de resolver, de organizar, de sacar todo adelante aunque haya mil detalles. Nos admiramos entre nosotras. Somos un muy buen equipo y nos complementamos cada quien con sus fortalezas. 

¿Qué sienten al ver una pieza terminada en manos de otra persona?

Mucho orgullo. Es hermoso ver el resultado final, saber que alguien en otro país tiene algo que hicimos aquí con tanto esfuerzo. Es un pedacito de México viajando por el mundo.

¿Cuál es la lección más importante que han aprendido como emprendedoras?

Seguir adelante en los momentos difíciles, no es fácil. Ha habido temporadas malas, como en todo negocio, pero lo importante es nunca soltar. Hacer equipo con todos, empleados, bodega, artesanos y caminar juntos.

¿Cuál ha sido un consejo que siempre lleven con ustedes?

Nuestra mamá siempre nos decía: “da tu cien cada día y sigue caminando”. Hay días que puedes correr y otros en los que solo das un pasito, pero sigue caminando. 

¿Qué les gustaría que pensara la gente cuando escucha “Makaua”?

Que hay historia. Que hay esfuerzo. Que detrás de cada pieza hubo muchas manos trabajando. Y que cada producto cuenta una historia. 

1 Comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas

Pedro Cueto: La fuerza de un piloto que corre con el corazón
The Interview

Pedro Cueto: La fuerza de un piloto que corre con el corazón

Pedro Cueto es un joven piloto que desafía todas las expectativas y...

The Interview

A Mesa Puesta: Bordados que cuentan historias

En un mundo que va demasiado rápido, sentarse a la mesa puede...

The Interview

Laura Valdés. Experiencias con sentido: conectar con el mundo para conectar contigo.

Lau Valdés tiene 25 años y creció sobre una pista de hielo....

The Interview

Osmar Olvera: el salto que cambió a México

Nuevo podio, nueva medalla y mismo mensaje; el clavadista sigue haciendo historia...