Ya se acerca el Festival de Venecia 2025, y estoy segura de que las películas expuestas este año van a ser de otro mundo. Sin embargo, hay una en específico que me tiene llena de curiosidad y asombro: Frankenstein de nuestro aclamado director mexicano Guillermo del Toro.
En su universo cinematográfico, los monstruos, tan icónicos como complejos, nunca son simples criaturas: son espejos de lo humano, metáforas de lo que no queremos ver de nosotros mismos. Por eso, no nos sorprende que el director mexicano haya decidido enfrentar uno de los mitos que fundaron la literatura gótica: Frankenstein de Mary Shelley.

Guillermo del Toro dirige, escribe y produce este proyecto, el cuál, debutará en el próximo Festival de Venecia, para después llegar a Netflix en noviembre. Se trata de un estreno que carga no sólo con la expectativa de la crítica y del público, sino también con el peso de un sueño personal: El cineasta ha confesado que desde joven deseaba llevar esta historia a la pantalla grande bajo su propio lenguaje visual.
Un cast inigualable
El monstruo de Frankenstein será interpretado por Jacob Elordi, en un papel que promete redimensionar su carrera, y alejarlo de el papel eterno de galán adolescente. Frente a él, Oscar Isaac encarnará a Victor Frankenstein, el científico obsesionado con desafiar las leyes de la vida y la muerte.

La lista de nombres continúa con el doble ganador del Oscar Christoph Waltz como benefactor y villano, Mia Goth como la prometida del hermano menor de Victor (interpretado por Felix Kammerer), y leyendas como Charles Dance y David Bradley, quienes aportarán ese aire solemne y trágico que la historia reclama.

El sello de Del Toro
Quienes han visto los primeros adelantos describen laboratorios cavernosos, atmósferas que recuerdan a El laberinto del fauno y un diseño de vestuario y maquillaje que rescata la estética del terror clásico.

¿Un nuevo camino hacia el Oscar?
Después de triunfar en 2018 con La forma del agua, del Toro regresa a la temporada de premios con un proyecto que combina espectáculo visual y trasfondo filosófico. La producción reúne a talentos como la diseñadora de producción Tamara Deverell, la diseñadora de vestuario Kate Hawley y el artista de maquillaje Mike Hill, todos con posibilidades de brillar en categorías técnicas de la Academia.

Más allá de la especulación sobre premios, lo cierto es que este Frankenstein no es un simple remake: es la reinterpretación de un mito fundacional del terror moderno por un autor que ha hecho del monstruo su más bella obsesión.

En Venecia, el público será el primero en comprobarlo—y cómo me encantaría ser una mosca en la pared para hacerlo junto a ellos— pero el resto del mundo lo hará un poco después, cuando Netflix estrene la película en noviembre. Y, como siempre con Guillermo del Toro, la verdadera pregunta no es si veremos un monstruo… sino qué verdades humanas nos obligará a mirar a través de él.
Deja un comentario