Detrás de cada gran evento hay una historia, una inspiración y alguien que supo convertir un sueño en un instante inolvidable.
En esta entrevista, Carlos Guillermo ha hecho de la creación de momentos mágicos su vocación. Desde reuniones en casa hasta producciones de alto impacto, su trayectoria nos recuerda que lo esencial no está solo en el diseño, sino en el corazón con el que se hace. Porque cuando se sueña con intención, la vida misma se convierte en una celebración.

Fui creando momentos que no solo cumplían expectativas, sino que se convierten en recuerdos inolvidables”.
¿Cómo empezaste a meterte al mundo de la planeación de eventos?
Siempre me ha encantado invitar gente a casa de mis papás. Hay algo muy especial en crear un ambiente donde todos se sientan seguros, cómodos, como en casa. Desde siempre me ha importado que la música esté bien elegida, que la iluminación sea cálida con algunas lámparas encendidas, poner botanas, escoger flores… pequeños detalles que, al final, transforman un espacio y lo llenan de cariño.
Lo hice muchas veces: reuniones con amigos, celebraciones familiares, y en cada ocasión me esmeraba más, buscando siempre llevarlo un paso más allá. Una vez incluso vacié la alberca para meter palmeras para un gran evento. Así, poco a poco, fui creando momentos que no solo cumplían expectativas, sino que se convierten en recuerdos inolvidables. Me di cuenta de que eso era lo que más disfrutaba: hacer realidad lo que otros imaginaban y darles momentos bonitos, memorables, que se quedaran con ellos para toda la vida.
¿Qué buscas cada vez que vas a hacer un evento?
Hoy en día he logrado transformar por completo lo que la gente quiere para sus eventos, con nuevos materiales, nuevas tecnologías, etc. Para así volver realidad cada uno de sus sueños. Además buscar siempre el momento perfecto para ser fotografiado y ese va a ser el que te vas a acordar para siempre
En cada proyecto conozco personas increíbles y escuchó historias que te tocan el corazón. Eso, al final, es lo que le da sentido a todo”.
¿Qué ha cambiado en el mundo de los eventos desde tu incursión en el mismo?
Antes, muchas bodas parecían más un espacio para hacer PR o crear conexiones de negocio entre los invitados. Pero después de la pandemia, todo cambió. La forma en la que entendemos la vida se transformó, y con eso, también la manera de celebrar. Hoy, las bodas se volvieron mucho más íntimas y significativas. Se redujo el número de invitados, pero no el cariño ni el presupuesto: al contrario, cada persona que asiste lo hace porque tiene un lugar especial en la historia de los novios.
Un evento así no se puede repetir. Lo verdaderamente mágico es que solo a quienes realmente quieres les compartes ese instante único. Es como construir una arquitectura efímera donde, sin decirlo tal cual, le estás diciendo a cada persona presente: “te quiero”.
¿Cómo es el proceso de hacer un evento?
Ahora ya no se trata solo de bodas; me apasiona crear eventos de todo tipo que celebren la vida en todas sus formas. Por eso decidí fundar una empresa de producción donde diseñamos y fabricamos muebles, escenografías y todo lo visual que le da alma y personalidad a cada proyecto.
Es un proceso profundamente creativo: parte de una inspiración, se convierte en un dibujo, luego en un render… hasta llegar a la foto final del evento, ya hecho realidad. Cada nuevo reto, cada idea que alguien me propone, se transforma en una oportunidad para crear algo mágico y único.
Y lo más bonito de todo es el camino. En cada proyecto conozco personas increíbles y escuchó historias que te tocan el corazón. Eso, al final, es lo que le da sentido a todo.

¿Cómo surgió tu nuevo libro “Born from stardust”?
Para mí, todos somos polvo de estrellas. Esta idea me ayudó a conectar más profundamente con mi equipo, mis clientes y mis proveedores.Este libro es una mirada al camino recorrido, donde los retos se mezclan con lágrimas de emoción, abrazos sinceros y mensajes de agradecimiento. Al final, eso es lo que más valoro: haber sido parte de momentos que marcan el corazón.
También es un recordatorio de que todo es posible si creemos en ello. Que el tiempo no existe, y lo único real es el ahora.
Y, sobre todo, es un reconocimiento a todos los que caminan conmigo. Siempre les digo a mis empleados que estamos aquí porque nos apasiona lo que hacemos, siempre busco mantener un ambiente de trabajo sano.
Porque cuando las estrellas se juntan, brillan más fuerte.
¿Qué consejo le darías a alguien que se va a casar o va a hacer un evento?
Se vale soñar. Los sueños son ese lugar donde habita nuestra mejor versión, donde todo es posible. Y lo más hermoso es que, con intención y esfuerzo, podemos hacer que esos sueños toquen tierra y se vuelvan realidad.
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