Hoy en día, las opciones de joyería abundan, los diseños son copiados frecuentemente, buscar una pieza con la que te identifiques y que sepas que es algo completamente original puede ser muy complicado. En esta búsqueda nos encontramos con DROC Jewelry, una marca de joyería surrealista de plata, que aun en su fase inicial, comenzó a hacer ecos en la escena, tanto así que recientemente abrieron su tienda física en Colima 340, en la colonia Roma. Conversamos con Diego De La Vega, fundador y director creativo de esta joyería mexicana, sobre la marca, sus procesos de diseño, su visión y el futuro de la marca:
¿Cómo nace DROC Jewelry?
La marca la fundé yo, soy el fundador y director creativo. Todo comenzó cuando empecé a hacer joyería personalizada. A la gente le gustaba lo que diseñaba y me empezaron a comprar mis piezas. Entonces pensé: “Si les gustan los diseños que hago para mí, seguramente les gustarán si los hago de manera más general.”
Me aventuré y le presenté el proyecto a tres diseñadores más que confiaron en mí, aunque en ese momento ni siquiera tenía ventas ni diseños hechos. Empezamos a desarrollar las piezas y al principio vendíamos solo en línea. Luego, el año pasado nos empezó a ir bastante bien, sobre todo en el último semestre, y decidimos abrir la tienda física.
Desde el principio, quise darle un giro a la joyería para no seguir la misma línea que hemos visto en muchas marcas. Por eso decidí integrar el surrealismo como eje central. Me ha fascinado el surrealismo desde que era niño. Mis artistas favoritos son Leonora Carrington, Remedios Varo, Dalí, Escher y Magritte.
Además, llevo cinco años tatuándome y todos mis tatuajes siguen esa misma corriente artística. Así que decidí trasladar esa estética a la joyería, que para mí es una forma de narrar historias. Al final, una joya puede hablar por sí sola, dependiendo de la conexión que cada persona tenga con ella.
Llevamos dos años y algunos meses vendiendo. La marca es relativamente nueva, pero la pandemia nos frenó bastante. Aun así, me sirvió mucho porque tuve tiempo de aprender sobre los metales, sus procesos, cómo manipularlos, y entender desde los ácidos hasta las temperaturas necesarias para templarlos.
¿Por qué utilizan plata 936, en lugar de la plata .925?
La plata esterlina más común es .925, lo que significa que tiene más aleaciones con otros metales. La plata pura es .999, y entre más alto es el número, más pura es. Nosotros decidimos subir la proporción de plata a .936 porque nos gusta más el brillo y la forma en que se trabaja. A simple vista, la diferencia no es tan evidente, pero al compararla con otra pieza, se nota un tono más lechoso y brillante en nuestra plata.
Trabajan varios diseñadores en DROC. ¿Cómo es el proceso creativo? ¿Cada uno propone sus propios diseños o trabajan en conjunto?
Diego: Somos cuatro diseñadores. Gerardo Piñon tiene su propia colección, por ejemplo. Desde el principio, les propuse que todos trabajáramos bajo la misma línea de surrealismo, pero con estilos propios. Todos dibujaban antes de unirse a DROC y sabía que dos de ellos ya seguían esta corriente en su trabajo, así que les pedí que no se salieran de ahí.
Uno se inclinó más hacia la parte anatómica, diseñando corazones anatómicos, muchas manos y cráneos. Otro incorporó elementos como sirenas con movimientos oníricos. Dano Castelló que igual se mete mucho en formas muy locochonas como un buda meditando Básicamente, cada quien adapta sus ideas al surrealismo y a la joyería, sin que haya un rol específico.
Por ejemplo, yo trabajo mucho con anatomía. Diseñé una cara característica de la marca y la hemos reinterpretado de varias maneras: derretida, con grietas o con técnicas inspiradas en el kintsugi japonés, que usa oro para resaltar fracturas.
¿Cómo es su proceso de producción?
Todo comienza con una idea, que primero aterrizamos en papel. Luego discutimos qué tipo de pieza podría ser: a veces diseñamos algo pensando en un anillo, pero al final funciona mejor como un dije o una pulsera.
Después, el diseño se modela a mano o en 3D. Estamos migrando más hacia el modelado en 3D por el nivel de detalle que podemos lograr. Luego, la pieza se imprime en una resina especial que funciona como la cera perdida en la fundición. Se crea un molde y la resina se quema, dejando un negativo en el yeso, donde después vertimos el metal derretido para obtener la pieza final. Si es una producción en masa, se sacan moldes adicionales en diferentes materiales, dependiendo del proceso.
¿Cómo ha sido la recepción del público desde que abrieron la tienda física?
Increíble. La gente ha respondido muy bien, por eso nos animamos a abrir el espacio físico. El taller está lleno de pedidos y seguimos contratando más personas. Además, organizamos eventos mensuales con artistas y creativos de diferentes disciplinas.
Ahora tenemos una colaboración con Skate, un artista de Monterrey, que hizo cinco pinturas inspiradas en la marca. Nosotros, a su vez, creamos joyería basada en cada una de sus obras. Nos gusta colaborar con fotógrafos, diseñadores de ropa y otros artistas para generar sinergias creativas.
¿Por qué son tan importantes estas colaboraciones para DROC?
Queremos crecer de manera orgánica y establecer alianzas con artistas de renombre. Mi meta es colaborar con los consejos de artistas como Leonora Carrington, pero para eso primero tenemos que consolidarnos. Nos ayudamos mutuamente porque cada artista tiene su propio público y, al unirnos, ampliamos nuestra audiencia.
Actualmente estamos trabajando en piezas numeradas para mantener la exclusividad. No queremos que todo el mundo tenga acceso a nuestras creaciones; buscamos que quienes realmente las aprecien puedan obtenerlas antes de que se agoten.
¿Cuáles son los planes que tienes a futuro?
Desde el principio, mi sueño ha sido abrir tiendas en las siete mejores ciudades del mundo. Ya abrimos en Ciudad de México, el siguiente paso sería Nueva York y después Milán, donde la moda tiene una presencia muy fuerte.
¿Cómo te gustaría que la gente viera a DROC?
Quiero que la gente reconozca que estamos ofreciendo algo nuevo. No sacamos diseños de Pinterest, Instagram o Facebook. Todo proviene de nuestra imaginación. Si notamos que un diseño se parece a algo ya existente, lo descartamos. También buscamos exclusividad. Nuestra joyería no es para cualquiera, pero tenemos diseños que pueden adaptarse a diferentes personas.
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