Un restaurante que ha sido predilecto en nuestro país por años por su ambiente, combinado con su hospitalidad impecable. Cuerno es uno de esos espacios que, desde el primer vistazo, y el primer aroma que sale de la parrilla, te dice que aquí las cosas se hacen con intención. Con memoria. Con un linaje que viene desde el norte del país (el mejor lugar del país), donde el fuego no es solo un método de cocción, sino un lenguaje e historia; uno que se transmite entre familia, amigos y brasas.
La carta gira en torno a un protagonista indiscutible, la carne High Choice y Prime. Fresca, nunca congelada, porque aquí el atajo fácil no existe. Solo el 3% de la ganadería estadounidense entra en esa categoría, y Cuerno forma parte de ese selecto grupo. Las reses provienen de Dakota del Sur, donde el frío del invierno y la alimentación crean el marmoleo perfecto. Su carne con un exterior caramelizado gracias a la flor de sal de Colima, que forma una costra crujiente, y un interior tan jugoso que prácticamente se deshace, es como ninguna otra.
Tuve la oportunidad de ir a una experiencia para conocer sus productos y no me queda más que decir que superó cualquier expectativa. Nuestra experiencia comenzó con una coliflor trufa habanero, sólo un pequeño preludio de lo que aguardaba la velada. Seguido, llegaron el aguachile de Rib Eye, el crudo de Hamachi y el queso panela con un menjurjito de jalapeños. Después, llegó el taco Richi, con Rib eye high choice, chicharrón en salsa verde, costra de queso y aguacate, que sin duda alguna fue mi platillo favorito. Para continuar con la experiencia nos consintieron con un Rib Eye con tuétano, que fue la evidencia más clara de que el producto es sagrado y la calidad es excepcional. Cuando ya la estábamos contando con el botonazo, llegó la ensalada Cesár Tijuana. Y, para cerrar con broche de oro y echar la sobremesa terminamos con un pastel de campechanas, que fue el toque dulce perfecto para terminar la noche.






“Si estás buscando el plan ideal para ta ta ta”, ya todos nos sabemos esa frase y no vamos a cerrar esta nota con eso porque sin duda no hay otro plan que suene mejor que ir a probar todo el menú de Cuerno.
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