Con un sold out en Marbella, Alejandro Fernández en Starlite Occident encendió la noche con mariachis, tradición mexicana
Alejandro Fernández en Starlite Occident no solo llenó el auditorio con un sold out absoluto, también lo convirtió en un pedazo de México bajo el cielo andaluz. Entre trajes charros, rancheras que se saben de memoria varias generaciones y un público que no dejaba de cantar probó que la música mexicana sigue siendo universal.


Tradición que sigue viva
Desde el principio Alejandro dejó claro que lo suyo no es nostalgia sino vigencia. El setlist recorrió himnos que todos reconocen, desde Estos celos hasta Me dediqué a perderte. El momento más íntimo llegó con un homenaje a Vicente Fernández, cuando el auditorio entero se transformó en un eco colectivo. Fue un instante donde la tradición mexicana no se vio como pasado, sino como algo vivo, con fuerza en Marbella.
Pocos artistas logran moverse entre la ranchera y el pop con naturalidad. Su voz, grave y emocional, llenó cada rincón del recinto, y la gente respondió como si estuviera en Guadalajara y no en la Costa del Sol.

Starlite como escena
El público no fue solo público. La noche reunió a figuras que sumaron un aire a la noche: Victoria Federica, Anne Igartiburu, Carmen Lomana, Manuel Díaz con Virginia Troconis, Marisa Jara, María del Monte y hasta el futbolista Memo Ochoa. La mezcla de tradición mexicana con la gente de Marbella convirtió la noche en algo más que un concierto: fue un evento social donde moda, cultura y música se entrelazaron.

No termina en el escenario
Cuando la última canción terminó, la noche no se apagó. El festival continuó con PerreoLab, un after donde Henry Méndez encendió la pista con reguetón y éxitos. Ese contraste —del mariachi al beat urbano— hizo evidente lo que es Starlite: un lugar donde caben distintas formas de celebración, todas con el mismo nivel de energía.
Fotos: Cortesía
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