Cada agosto, el Pebble Beach Concours d’Elegance, el evento más importante en el continente americano en lo que a aumovilies clásicos se refiere, convierte a la península de Monterey en la pasarela más exclusiva del mundo automotriz. Allí, entre coleccionistas, diseñadores y bon vivants, Mercedes-Benz se robó los reflectores con un Line-up de automóviles de ensueño.

Historia sobre ruedas
El protagonista indiscutible fue el Benz Prinz-Heinrich-Wagen de 1910, un automóvil de carreras que en su época representó lo más avanzado en ingeniería: motor de cuatro cilindros y 5.7 litros, doble encendido, transmisión por cardán y una carrocería aerodinámica adelantada a su tiempo. Su impecable restauración lo llevó a encabezar el Tour d’Elegance y a obtener el Trofeo Charles A. Chayne, que reconoce al vehículo más innovador de su época.

Las flechas plateadas roban reflector
En el marco del 75 aniversario de la Fórmula 1, Mercedes-Benz recordó su gran historia deportiva al reunir leyendas como el W 196 R de 1955 y el 300 SLR, ambos parte de la herencia de Fangio y Stirling Moss, con piezas de colección más contemporáneas como el SLR McLaren Stirling Moss de 2009. Los asistentes disfrutaron de un espectáculo en Laguna Seca que conectó generaciones de automóviles que comparten el mismo ADN.

El futuro de Mercedes-Benz a la vista
La cita californiana fue también un escaparate que muestra el futuro. Mercedes-AMG presentó el CONCEPT AMG GT XX, llevando la imaginación al limite del rendimiento y el diseño, mientras que el Vision V anticipó un nuevo estándar en movilidad de lujo. En paralelo, Mercedes-Maybach conquistó las miradas con la edición especial S 680 Edition Emerald Isle, limitada a 25 unidades en EE. UU. e inspirado en la serenidad de los paisajes costeros.

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