WAITRESS, el musical que se presenta en el teatro San Rafael de la Ciudad de México celebró recientemente sus primeras 100 representaciones, función especial a la que asistimos para ser testigos de la magia de esta gran puesta en escena.

Basada en la película de Adrienne Shelly
WAITRESS cuenta la historia de Jenna (Aitza Terán), una camarera atrapada en un pequeño pueblo y un matrimonio sin amor. Cuando un concurso de repostería en un condado cercano le ofrece la oportunidad de escapar, Jenna lucha por redescubrir una parte de sí misma que había olvidado hace mucho tiempo. Con el apoyo de sus compañeras camareras y un romance inesperado, Jenna comienza a encontrar el coraje para dejar de lado un sueño que había abandonado y, ante todo, ir en búsqueda de su felicidad.

La receta perfecta
Un gran elenco conformado por Aitza Terán, Denisha, Moni Campos, Vince Miranda, Gerardo González, Jonathan Portillo, Mariano Palacios, Agustín Oseguera y un gran ensamble, acompañado de 19 números musicales que enriquecen la historia, una escenografía que te transporta a la perfección a cada lugar y situación, y una iluminación que me encantó. WAITRESS cuenta con todos los elementos técnicos y de talento para presentar una puesta de gran nivel en la Ciudad de México. Recuerdo haber estado sentado en mi butaca durante el intermedio cuando escuché a alguien decir: “me gusta ver a gente talentosa y no solo a famosos llenando teatros”, y es que no hay otra forma de describir al elenco, a los músicos y al equipo técnico de WAITRESS, que como los grandes talentos que son y que merecen llenar el teatro en cada función.

WAITRESS para el corazón
Ahora bien, más allá del merecido reconocimiento a cada uno de las personas que forma parte de esta producción, la realidad es que la historia en sí resulta encantadora y un abrazo al corazón.
Amor, libertad y la busqueda de la felicidad, son algunos de los mensajes que comparte esta historia, en la que vemos a una mujer que lucha a diario por ser feliz, acompañada de dos grandes amigas, quienes demuestran la gran sororidad que puede existir entre mujeres y que el amor no solo se da en una pareja, sino que también, el amor de tu vida puede ser tu familia o una amiga.
En esta historia, la voz de la mujer que se hace escuchar, toma una fuerza imparable y consigue romper con esterotipos y estigmas que las encasillan. Debo aceptar que a momentos me hizo dudar de todo lo antes mencionado, dado que la historia en sí consigue llevar ciertos rasgos de la violencia de género a la comedia, así como también romaniza la infidelidad, lo cual no celebro, sin embargo, al final del cuento consiguen darle el giro perfecto enalteciendo los valores que realmente representan a cada una de estas grandes mujeres.

La magia de hornear
En palabras de Jenna, la protagonista de esta historia: “No sé si me da más miedo ganar o perder. No sé si debería solo conformarme. Tal vez ya es muy tarde para que yo sea feliz”, debo confesar que al escucharla decir lo antes citado, sentí tristeza por pensar que hay gente que sostiene esas ideas y que no lucha por su felicidad, pues como bien lo mencionan en WAITRESS, merecemos ser muy felices, no solo a veces ni solo lo suficiente, sino inmensamente felices. Merecemos un amor bonito, alguien que nos abrace eternamente y que no quiera soltarnos. Merecemos amor, libertad y un toque de dulzura como el de un buen pay. Merecemos hornear y saborear nuestra propia felicidad.
Y ante la pregunta: ¿Cuál es la receta de la felicidad? Solo puedo pensar que es algo muy personal, pero sin importar la respuesta de cada cual, la debemos validar, celebrar y apoyar. Y para todos aquellos que quieran ser mucho más felices, les recomiendo ver WAITRESS, una gran puesta en escena, con canciones muy lindas y personajes entrañables. Por ello y más, felices 100 representaciones, WAITRESS, ¡y que vengan muchas más!