“Cuando un actor está completamente absorbido por un objetivo profundamente conmovedor, de modo que entrega apasionadamente todo su ser a su ejecución, alcanza un estado que llamamos inspiración” Konstantin Stanislavski
Las coincidencias son articulaciones fundamentales en la vida de todos, pero poder coincidir en el momento exacto, en el lugar exacto es un regalo divino que se atesora más allá de nuestras vidas. Anatomía de un Suicidio – el proyecto teatral que incluye a Fernanda Castillo – es una de esas coincidencias divinas que uno atesora, agradece y comparte.
Basado en la obra de 2017, de la dramaturga británica Alice Birch: “Anatomy of a Suicide”. Encuentra en la Dirección de Cristian Magaloni la forma perfecta en la adaptación correcta, en un contexto necesario. Está dramaturgia invade el Centro Cultural Helénico para hacer ahí su recinto minimalista donde la armonía caótica de una sinfonía trisonora y unísona, nos desafía en los sutiles límites de la aflicción.
Cuenta con las actuaciones protagónicas de Fernanda Castillo, Paula Watson y Diana Sedano. A la par de un elenco conformado por: Amanda Farah, Montserrat Ángeles Peralta, Antón Araiza, Hamlet Ramírez, Santiago Zenteno y Lucía Ribeiro.
De las protagonistas podemos decir tanto, pero en ningún momento podemos cancelar la melancolía y la empatía para cada una de ellas.
Fernanda Castillo es un crisol de ternura, con una actuación despegada de lo teatral para aproximarse a los entendimientos de Stanislavski; su desarrollo, su compromiso corporal y su capacidad de proyección se nos implantan en el alma, llevándonos a la crudeza honesta de un personaje tan real que no se nos aparta, aún después del tiempo.
Paula Watson es la cara rebelde de una trágica consecuencia, es la revolución ahogada en zozobra, es el puente trágico que lleva su actuación a los parámetros de la realidad, encarando un guion desafiante y haciéndolo creíble, vibrante. Es una contienda constante en la evolución cabal de su personaje.
Diana Sedano es la furia encarnada, es la soledad consecuente en el cautiverio de una herencia dolorosa. Es el paso moderno de un desenlace necesario, es la lucha vehemente que lleva a su actuación a ser el brío audaz de una personificación cautivadora. Diana nos da el motor enardecido de un drama amparado en ella.
Sincrónico a las protagonistas tenemos al elenco que se prodiga en lo multifacético de la trama, en donde se exigen al confín máximo de la narrativa para que en ningún momento se desvanezca ni el ritmo ni la realidad ficticia de la puesta en escena.
Anatomía de un Suicidio se sucede al mismo tiempo en tiempos diferentes, se relata en sucesos sincrónicos en cronologías distantes y atadas unas a otras. Esta obra de teatro nos conmueve en la comprensión del “yo”, en la cofraternización con el prójimo, en la ruptura con lo normalizado. No es un sitio para el confort sino para el aprendizaje, para la ayuda y para la reflexión. Con un final que se esparce en el raso quebranto de la esperanza. Una pieza dramática magistral como pocas en cartelera, Anatomía de un Suicidio es la coincidencia necesaria en nuestras vidas, se presenta los viernes y los sábados a las 19 hrs. y los domingos a las 18 hrs en el Teatro Helénico de la Ciudad de México. Estará hasta el 22 de Junio y es nuestra recomendación para ir este fin de semana.
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