Este sábado, el Santiago Bernabéu será testigo de un momento histórico: Luka Modrić disputará su último partido en casa con el Real Madrid, cerrando una etapa de 13 años repleta de éxitos y momentos inolvidables.
Desde su llegada en 2012, Modrić se convirtió en el corazón del mediocampo madridista. Su visión de juego, precisión en los pases y capacidad para controlar el ritmo del partido lo consolidaron como uno de los mejores centrocampistas de su generación. Su contribución fue clave en la conquista de múltiples títulos y en la creación de una era dorada para el club.

Cinco Champions League, un Balón de Oro, innumerables títulos y una conexión con la afición que trasciende las estadísticas. Modrić no solo ganó; construyó y formó parte de un mediocampo que quedará en la historia. A lo largo de sus 13 temporadas con el club, Luka Modrić disputó más de 500 partidos oficiales, anotó más de 30 goles y asistió en cientos más.
La salida de Modrić marca el fin de una era en el Real Madrid. Pero no se va del todo. Porque hay jugadores que se despiden del campo, pero nunca del recuerdo. Su legado perdurará en la memoria de los aficionados y en la historia del club. Su profesionalismo, talento y liderazgo dentro y fuera del campo lo convierten en una leyenda del fútbol. El Bernabéu le rendirá un merecido homenaje, y su nombre quedará grabado para siempre en los corazones madridistas.
Aunque se despide del Bernabéu, Modrić aún no ha dicho su última palabra en el fútbol. Su objetivo es llegar en plena forma al Mundial de 2026 con la selección croata. Porque su historia en el fútbol aún no ha terminado.

Me voy con el corazón lleno. Lleno de orgullo, de gratitud y de recuerdos imborrables”.
Deja un comentario