En un mundo donde el arte suele estar encerrado entre paredes blancas y precios inaccesibles, 6×4 propone algo distinto: pequeña en formato, pero grande en intención. Con piezas originales del tamaño de una postal y un precio fijo de $6,000 pesos, este proyecto creado por Alejandro Soto y Andrés Rodríguez busca romper los prejuicios que hacen del arte contemporáneo un territorio exclusivo. Inspirados por su propia experiencia como coleccionistas y amantes del arte, decidieron tender un puente entre los artistas consolidados y una nueva generación de compradores curiosos. A cinco años de haber comenzado, 6×4 se ha convertido en una comunidad viva que celebra la creatividad sin elitismos, y que demuestra que para tener arte en casa, basta con tener el ojo abierto, la mente receptiva y las ganas de convivir con lo que te mueve.
¿Cómo nació 6×4?
Andrés: Nació de una inquietud muy clara, romper con la idea de que el arte contemporáneo es exclusivo, caro o inaccesible. Escuchábamos constantemente a amigos o conocidos decir que no sabían lo suficiente para acercarse al arte o que era algo para élites. Queríamos romper ese paradigma. Así nació 6×4.
Alejandro: Yo llevo más de 25 años involucrado en el arte como coleccionista. Siempre me apasionó, y en ese camino conoces artistas, vas a ferias, te adentras al medio. Pero notaba que quienes no están en este mundo tienen una percepción equivocada, creen que coleccionar arte es solo para quien tiene mucho dinero o un gran conocimiento. Y eso no es verdad. Con 6×4 buscamos lo contrario, demostrar que cualquiera puede empezar su propia colección.
¿Qué significa el nombre?
6×4 hace referencia al formato físico de las obras, seis por cuatro pulgadas, el tamaño de una postal. Es pequeño, accesible y universal. Nos permitió mantener un precio bajo sin comprometer la calidad.
¿Cómo lograron que los artistas se sumaran?
Fue un acto de confianza y colaboración. Invitamos a artistas consolidados a participar con obras originales, en formato pequeño, y a un precio fijo. Fue casi una propuesta romántica, crear una puerta de entrada al arte contemporáneo. Les encantó la idea. Logrando que todas las piezas sean únicas, que no haya impresiones ni reproducciones.
¿Qué significa para ustedes 6×4?
Significa comunidad. Una comunidad de arte, un músculo cultural que busca romper paradigmas. 6×4 es una forma de tumbar esa vieja idea de que el arte no es accesible. Al contrario, es un proyecto que nos invita a aprender a convivir con el arte todos los días. Porque vivir con arte transforma, y convivir con él es esencial para cualquier sociedad.
También significa pasión. Pasión por el arte sin pretensiones. Aquí no necesitas ser un experto ni saberlo todo para empezar una colección. Lo único que necesitas es dejarte mover por una pieza. 6×4 te da la posibilidad de conocer artistas nacionales e internacionales desde un lugar cercano, auténtico.
¿Cómo se ha transformado 6×4 desde que comenzaron?
Empezamos en 2019 a través de Instagram, vendiendo solo en línea. Con el tiempo, organizamos pop-ups en diferentes ciudades y hace dos años abrimos nuestro showroom. Hoy, después de cinco años, ya estamos por abrir nuestra propia galería.
Y algo increíble es que muchas personas que comenzaron comprando una pieza pequeña ahora nos piden obras más grandes. Se engancharon. La hipótesis que teníamos al principio se cumplió, si bajas las barreras, la gente se conecta y empieza a coleccionar.
¿Qué retos han enfrentado?
El primero fue la pandemia. Lanzamos formalmente en abril de 2020, justo cuando todo cerró. Pero también fue una oportunidad, la gente estaba en casa, con ganas de hacer su espacio más bonito, más suyo. Ahí el arte tuvo un papel importante.
Otro reto fue convencer a la gente de comprar sin ver la obra físicamente. Lo resolvimos con atención personalizada, WhatsApp, videos y finalmente con el showroom, donde ahora sí pueden ver las piezas en vivo.
¿Cómo seleccionan a los artistas?
Hoy tenemos un comité curatorial que revisa todos los proyectos. Algunos artistas los buscamos nosotros, otros llegan por su cuenta. El comité nos ayuda a mantener la calidad, ampliar estilos y evitar que el proyecto se vuelva solo una extensión de nuestros gustos personales.
¿Qué valores son fundamentales para ustedes?
La honestidad. En el arte no hay reglas, muchas veces no hay contratos escritos, todo se basa en la palabra, en la confianza. Nosotros tenemos relaciones con más de 60 artistas sin ningún contrato formal, y todo ha funcionado así, a través de la confianza.
¿Qué les gustaría lograr con 6×4 en los próximos años?
Formalizar nuestra galería y seguir creciendo. Llevar el proyecto a ferias internacionales, fortalecer la presencia digital y seguir demostrando que el arte es para todos.
Que más personas pierdan el miedo y se acerquen al arte. Que el coleccionismo deje de verse como un lujo y se convierta en algo cotidiano. Y que cada vez más hogares mexicanos tengan una pieza original en su pared.
¿Cuál ha sido el mejor consejo que les han dado?
Yo creo que lo más importante es creértela. Hazlo desde el corazón, desde lo que realmente te mueve, desde lo que disfrutas. Cuando algo te gusta de verdad, todo lo demás empieza a acomodarse, con sentido común, claro, pero también con pasión.
Hay que confiar en el proceso. Convivir con arte, con fotografía, con piezas que te acompañen en tu día a día, transforma tu manera de ver el mundo. Solo hay que dar el primer paso.
¿Cuál sería su sueño con 6×4?
Nuestro sueño es que el proyecto siga creciendo y que cada vez más personas se acerquen al arte sin miedo. Queremos romper con esa idea de que el arte es solo para unos pocos, para los que “saben” o para los que tienen mucho dinero. No. El arte es para todos.
No todo el mundo puede comprar una obra original, pero sí creemos que muchas más personas pueden hacerlo si encuentran un proyecto como este. Nuestro objetivo es demostrar que sí se puede vivir con arte. Que cualquiera puede comenzar una colección, que cualquiera puede emocionarse con una obra, y que eso, esa conexión íntima y poderosa, es lo que verdaderamente importa.
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