“Esos aparatos van a terminar por reemplazar a las parejas”, decía alguien que, a pesar de que lo aprecio mucho, no tiene una idea de lo que es la intimidad. Cuando comenzamos con este proyecto, debatíamos sobre qué temas sí podíamos tocar y cuáles no debíamos ni siquiera mencionar porque quizás no se apegaban a la línea editorial. “Our Choice”. El día de hoy me he atrevido a hablar de un tema que se sigue considerando tabú y que sigue levantando cejas y robando suspiros en conversaciones que se deberían estar teniendo. Es mi elección abrir esta conversación con mis lectores, no para invitarlos a eliminar sus estigmas, porque incluso a mí me cuesta, sino para que escuchen cómo logré hacerlo y cuestionen su mentalidad.
Hace unos meses conocí a una persona con la que comencé a tener cierto tipo de conexión física, pero también personal. Entre las distintas pláticas que tuvimos, surgió uno de los temas más tabú, de esos que las abuelitas te prohíben siquiera mencionar: las relaciones sexuales. Sin pena alguna, me gustaría mencionar que esta persona es una de las personas más maduras que conozco y que, a través de sus conocimientos, me invitó a abrirme a una nueva posibilidad en el placer. Los juguetes sexuales habían sido, por mucho tiempo, una propuesta indecorosa pero no una idea viable para incorporar al momento del so-called “delicioso”. ¿Por qué? ¿Qué me aterraba de esta situación y por qué me daba issue su figura, sus movimientos y sus colores?
Me encantaría hacer un storytime sobre cómo se desenvolvieron las cosas, pero la verdad es que precisamente esa no es nuestra línea editorial. Lo que sí haré será platicarte sobre uno de mis mayores descubrimientos este año y cómo esta marca, en específico, me ayudó a quitarme los estigmas que tenía sobre estos secretos guardados en el nightstand.
El gran tabú
Mi crianza fue muy católica, y aunque a la fecha sigo profesando la religión, lo hago de una manera mucho más libre, en la que comprendo que la culpa no existe dentro de mí de una manera inherente y que, si Dios me dio aparato reproductor y terminaciones nerviosas, fue por algo. Teniendo un tabú sobre lo que se me enseñó en la escuela, creo que tenía una idea muy anticuada de lo que eran los juguetes sexuales: figuras fálicas, toscas, oversexualized y dolorosas. Nada de esto es verdaderamente apegado al sexo real.
Sex Toys del ahora
Recientemente descubrí una marca (not sponsored) llamada LELO. Para él, para ella, para usar en pareja y para llevar en público. Lo primero que llamó mi atención de esta marca fue lo discretos que eran sus diseños. Contrario a lo que yo consideraba un juguete sexual, estos dispositivos no tenían ninguna forma exuberante (por llamarlo de alguna manera). Su empaque sencillo, la falta de botones, venas, interruptores y colores asimilando alguna cierta etnia sexualizada, me dio un poco de paz.
LELO tiene un poco de todo para todos los gustos. Descubrir cuál es el indicado para ti suele ser más sencillo de lo que parece.
La primera vez que conocí a LELO fue en una charla sobre INTIMINA. Esta marca está diseñada para procurar completamente el bienestar y el cuidado del cuerpo utilizando siliconas que son safe para uso corporal, pero también por cómo intentan desestigmatizar el cuidado íntimo a través de sus productos.
“En una industria sobresaturada de productos de calidad inferior, LELO se enorgullece de cumplir con la norma internacional ISO 3533, que garantiza el cumplimiento de los requisitos de seguridad en cuanto a juguetes sexuales. Esta norma garantiza que todos los aparatos de placer de LELO se pueden usar para lo que han sido fabricados y que los materiales de producción pueden entrar en contacto con los genitales”.
Dúo o solitario
Las películas del cine nos han enseñado, mínimo a las generaciones más jóvenes como yo, que por azares de la vida quizás apenas comenzamos a explorar nuestra sexualidad, que los juguetes sexuales son una herramienta que se guarda en el tocador y sale únicamente cuando queremos tener un alone time. ¿Quién dijo que solo debería ser así? No me malentiendan, claro que uno de estos aparatos, una copa de vino y una vela encendida suenan a un plan perfecto para un viernes en la noche de esos en los que no quieres ver a nadie y tampoco salir de casa. Afortunadamente, la gente ha encontrado maneras de incorporar estos en sus vidas de pareja, y he comprobado (porque me han contado) que estos elevan la experiencia a tope. Los juguetes sexuales están diseñados para eso, para crear un juego, y qué mejor que divertirse jugando.
En la vida todo es un juego y hay que saber how to deal your cards para salir ganón, pero en la cama, ¿quién gana? La intimidad es un juego que requiere a uno, dos o más jugadores y que, sí o sí, necesita de un vínculo –no necesariamente afectivo– para poder crear una conexión especial entre los participantes.
Si lo que quieres es incorporar estos en tu playtime, comienza por tener una plática sobre los gustos y curiosidades de cada uno de los jugadores. Sin juzgar, sin apresurar y sin forzar.
¿Cuál elijo?
Como mencioné, es importante conocer y saber qué le interesa a las personas a la hora de las relaciones sexuales. ¿Qué parte nos interesa estimular? ¿Se trata de relaciones heterosexuales, homosexuales o plurales? ¿Vibra, se mueve o se calienta, se enfría, da toques?
Yo dividiría los juguetes sexuales principalmente en dos categorías: los que se insertan y los que no. Existen de diferentes tamaños, y principalmente todos tienen una función que es la vibración. Los humanos tenemos millones de terminaciones nerviosas en nuestras funny parts, y la vibración es uno de los movimientos principales que ayudan a crear placer.
Si eres principiante, te recomendaría iniciar por uno de esos que no se insertan y que tienen distintos niveles de vibración. Empieza ligeramente y work your way up, lento, porque Roma no se construyó en un día. Uno de los más vendidos de la marca que ya te había mencionado antes, Lelo, es el Gigi 2. Sencillo y sin mucho barullo. Si te sientes más aventurero o aventurera, el Soraya Wave puede ser tu bestie.
Eliminemos el estigma
Esta ha sido una de las notas que más trabajo me ha costado elaborar, puesto que era un tema que nunca había considerado ni siquiera para mi vida, pero que me reté a explorar con la intención de poder abrirme ante mis lectores. Considero que, en pleno 2024, deberíamos estar abriendo la mesa a conversaciones en las que podamos discutir la importancia del placer, al final de cuentas no todo es trabajo.
Creo que estas poderosas herramientas deberían salir del nightstand y entrar al rink, porque a pesar de que su apariencia puede ser un poco complicada, verdaderamente son como una varita mágica para crear conexiones importantes entre dos personas que comparten una vida sexual. Sin duda alguna, LELO me ayudó a descubrir una posibilidad nueva y a quitarme la pena de hablar de temas como estos que, al final de cuentas, se relacionan con la salud de una manera importante.
En dúo, en solitario o con diferentes jugadores pero los juguetes sexuales deberían ser esa cosa que pruebes mínimo una vez en tu vida, en sus distintas presentaciones, formas y colores.
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