Tras nueve años en Barcelona, cuatro ligas, cinco copas de la Reina, tres Supercopas de España y dos Champions League, Sandra Paños, ya es un estandarte en el futbol femenil. Ella llegó a México hace un año para su primera temporada en el extranjero, y que mejor que en uno de los clubs más icónicos para proteger su portería. Conversamos con ella para conocer como se ha sentido en la Liga Mexicana, su proceso de adaptación al Club América, sus expectativas para el próximo año y el crecimiento del fútbol femenino, esto fue lo que nos contó:
Sandra, acabas de terminar tu primera temporada en la liga mexicana. ¿Cómo te has sentido en este primer año aquí en México?
La verdad todo ha estado muy bien, mejor de lo que me esperaba. Sí es cierto que tenía una impresión positiva de la competición y del país. La verdad es que ha sido muy positiva a pesar de no tener los resultados que tanto el club como individualmente nos hubiera gustado tener.
Sobre todo en el torneo de clausura estuvimos peleando por la Concacaf y por levantar el título. Creo que mejoramos mucho aspectos como equipo desde el inicio hasta el final de la temporada.
¿Qué fue lo que más te sorprendió al llegar al fútbol mexicano?
Hay partidos bastante competidos. Pensaba que quizás alguno podría ser un poco más fácil de lo que realmente fue. Luego, jugar prácticamente en todos los estadios de equipos varoniles, la expectación, y la gran afición del América tanto en la Ciudad de México como cuando hemos jugado en California. He descubierto jugadoras que también me han sorprendido, a nivel personal, las compañeras me han hecho sentir cómoda y han facilitado mucho mi adaptación.
¿Cómo ha sido este proceso de adaptación?
Al principio fue como: “Wow, un sitio nuevo”. Es cierto que había salido un poco de mi zona de confort. Estuve cinco temporadas en Levante, nueve en el Barça. Otras jugadoras tienden a cambiar más de club; yo he sido más fija en los equipos donde he estado. Entonces, no había tenido que adaptarme a diferentes situaciones o lugares. Después de nueve temporadas, llegar a un sitio diferente, hacer amistades, abrirme, como soy yo, me daba un poco de miedo, pero se hizo bastante fácil. Tenemos un grupo de grandes jugadoras y personas, lo cual facilita sentirte bien, a gusto e intentar disfrutar y sacar tu mejor versión.
¿Cómo has sentido la recepción de los fans en México?
Nada más llegar, me dijeron: “Oye, que sepas que América o te aman o te odian”. Cuando llegué, todo fue muy positivo, venía a ayudar al equipo. Pero es cierto que, si no estás en tu mejor momento, la afición aprieta mucho. Evidentemente, tanto en el femenil como en el varonil, deben entender que somos personas, que podemos fallar, que no siempre vamos a estar en nuestro mejor nivel. A veces somos irregulares y deberían darnos un poco de chance para seguir apoyándonos independientemente de la situación. Me siento muy querida, muy arropada por la afición, se vio cuando jugamos la final en casa contra Pachuca. El estadio estaba lleno, pintado de amarillo, fue espectacular. Lamentablemente, no conseguimos el resultado que queríamos, pero eso ayuda a que más gente venga a los partidos. Es algo importante para el crecimiento del fútbol femenil, no solo en México, sino en todo el mundo.
Desde que comenzaste en el Levante, ¿cómo has visto el crecimiento del fútbol femenil hasta hoy?
En poco tiempo, el crecimiento ha sido bastante exponencial, aunque irregular según los países y continentes. Pero está en buen camino. En muchos países el fútbol femenino ya es profesional, las jugadoras se dedican al 100% a su preparación física y mental, y eso es fundamental para obtener mejores resultados, tanto a nivel de producto como individualmente. Me siento muy orgullosa de lo que se ha logrado, por ejemplo en España costó mucho, por momentos parecía estancado y hay que seguir impulsándolo. El fútbol femenino no se va a quedar como está, seguirá creciendo.
¿Cómo te preparas para la próxima temporada?
Estoy intentando prepararme física y emocionalmente para los momentos más delicados de la temporada. Mentalmente, al volver a casa intento recargar energías estando con la familia, para regresar con muchas ganas y dar mi 100%. Me queda un año de contrato y me gustaría acabarlo bien.
Fuera de la cancha, ¿qué te gusta hacer?
He intentado disfrutar mucho en México. La comida me encanta, aunque tengo preferencia por la mediterránea porque el picante me cuesta un poco. Me gusta la cultura, he visitado museos, el Castillo de Chapultepec, he intentado conocer la Ciudad de México. Me gusta ver series, documentales de deportistas, porque entiendo que viven cosas muy parecidas a las que yo vivo en el día a día. Es bonito ver cómo se sobreponen a situaciones adversas y aplicar eso en mi vida. También estoy haciendo un curso con FIFA. Me gusta ir al cine, comprar gafas de sol y cocinar. Esta temporada ha sido muy intensa y no hemos tenido tanto tiempo libre. Ojalá este torneo pueda organizarme mejor y disfrutar más, porque los trayectos son largos y aún me estoy adaptando a la ciudad.
¿Qué consejo les darías a las niñas o jóvenes que quieren dedicarse al fútbol profesional?
Es un camino muy sacrificado a nivel social y personal, pero si realmente te gusta, no lo ves como sacrificio. Si es lo que deseas, ve por ello al 100%. Hoy en día hay mucha diversidad y oportunidades para practicar el deporte. Vayan sin miedo, sin restricciones. Muchas veces los límites nos los ponemos nosotros mismos. Que trabajen mucho, que sean humildes y que vayan por lo que deseen.
¿Qué planes tienes a futuro?
De momento no me planteo nada. Estoy centrada en estar con la familia, recargar pilas y volver con muchas ganas para conseguir los objetivos del club. Más adelante, durante la temporada, tomaré una decisión. Estoy feliz en México. El club está apostando mucho por nosotras y eso es importante. Vine para ayudar, para que tanto América como la Liga MX Femenil crecieran, y creo que estamos sumando poco a poco.
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