La Gala Starlite 2025 regresó más fuerte que nunca, con una atmósfera donde las máscaras no escondieron rostros, sino que amplificaron el poder de la generosidad. Marbella se convirtió en el lugar donde el lujo se entrelazó con la filantropía en su expresión más auténtica. Esta edición no solo brilló por su lista de invitados, sino también por la capacidad de reunir fondos que impulsan proyectos sociales.


Una lista de invitados espectacular
La lista de invitados no solo sorprendió por su fama, sino por su compromiso. Desde Victoria Federica hasta Kerem Bürsin, la noche fue un desfile de it-girls y personajes que entienden el valor de usar su plataforma para algo más que la imagen. Antonio Banderas, aunque ausente físicamente, estuvo presente a través de su pareja Nicole Kimpel y su hermano Javier, simbolizando ese puente entre el arte y el activismo. Figuras como Paula Echevarría, Hiba Abouk y Carmen Lomana reforzaron esa idea de que estar en la cima del glamour implica también una responsabilidad tangible.

Premios de impacto social
El reconocimiento fue la parte fundamental de la velada. El Premio Influencia, entregado a Kerem Bürsin, destacó la fuerza de la visibilidad cuando se combina con causas profundas. Lucy Doughty, Ismael Cala y Begoña Arana Álvarez, entre otros premiados, reflejaron distintas formas de transformar comunidades desde la cultura, la educación y la salud. La Gala Starlite 2025 confirmó que el verdadero lujo va más allá de lo que podemos ver, y que premiar la trayectoria y el impacto social es necesario.

Momentos que se vuelven memorias
La voz de Marilia Andrés, la energía flamenca de Los Alpresa y el humor de Fátima Florez hicieron de está una noche completa, donde arte y solidaridad se abrazaron. La subasta, con piezas exclusivas y experiencias únicas añadió ese toque de exclusividad con sentido. La posibilidad de visitar ateliers como el de Ágatha Ruiz de la Prada o ir a un baile de máscaras en Venecia, elevaron la Gala Starlite 2025 a un evento donde el lujo siempre estuvo presente.
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