Desde su impecable español hasta su cercanía con la comunidad que lidera, Ernst Lundberg, actual director general de Oriflame México, no parece un ejecutivo extranjero más. Con una trayectoria que comenzó como diplomático en la Embajada de Suecia en México, hoy lidera la operación local de la firma sueca de belleza y bienestar con una profunda conexión emocional con el país: “Yo amo México. Llevo ocho años aquí y mi esposa y mi hijo son mexicanos, así que ya soy casi local”.
En entrevista exclusiva, Lundberg comparte cómo ha evolucionado Oriflame en el país, la transformación digital del modelo de negocio y el papel fundamental que juegan las mujeres mexicanas en el éxito de la marca.
“En Oriflame tú puedes consumir los productos, recomendarlos o ir más allá y emprender tu propio negocio. Ahí se abren más oportunidades, puedes ganar más dinero y formar tu propio equipo”, explica. El modelo se ha adaptado a las necesidades actuales y a las herramientas tecnológicas: “Antes era todo presencial. Las famosas home parties, en cocinas, recomendando productos. Pero hoy puedes hacer el negocio 100% digital, desde tu casa y sin ver a nadie si no quieres”.
Empoderamiento femenino que trasciende lo económico
Para Lundberg, lo más gratificante de su trabajo es ver el crecimiento humano: “He conocido mujeres que antes limpiaban casas o vendían comida en la calle, sin estudios, sin autoestima… y hoy son líderes que dan capacitaciones frente a cientos de personas. Eso es lo más poderoso: el desarrollo personal”.
Y agrega con orgullo: “Oriflame no impone nada. Tú decides cómo te quieres involucrar, si quieres un ingreso extra o hacer de esto tu fuente principal de ingresos. Hay libertad y hay comunidad”.
México: un mercado exigente, vibrante y lleno de color
Lundberg ha liderado operaciones en Suiza y Chile, pero encuentra en México algo único:
“El mercado mexicano es muy personal, muy cariñoso. Busca una buena vibra, una conexión humana, algo que va más allá del producto. Y eso se siente en cada evento, en cada conversación”.

Sobre las preferencias locales, señala: “A la mexicana le gusta más el color. Se maquilla más que la europea. Labiales intensos, sombras vibrantes… Y eso me encanta, porque deja una huella. También hay una demanda fuerte en skincare, que es nuestra categoría más sólida”.
Valores compartidos y un consumidor en transformación
La evolución del consumidor mexicano ha sido clave para Oriflame: “Cuando llegué en 2021, algunos ya buscaban productos sustentables o veganos, pero hoy es algo generalizado. Hay una conciencia muy clara sobre los ingredientes, el impacto ambiental y el respaldo científico de los productos. Creo que llegamos un poco temprano a la fiesta, pero hoy estamos en total sintonía”.
La nueva campaña de Oriflame, Reach Your Happy Place, busca conectar con ese bienestar integral: “Ese lugar feliz es diferente para todos. Puede ser un viernes por la tarde con amigos o un lunes por la mañana lleno de energía”.
“Queremos que cada persona encuentre su happy place con nosotros: al usar nuestros productos, al asistir a nuestros eventos o al sentirse parte de una comunidad que suma”.
Con 34 años en México, la empresa se encuentra en un momento clave: “Nos ha ido muy bien, pero si logramos aprovechar tendencias como la digitalización y la sustentabilidad, fácilmente podemos duplicar o triplicar nuestro negocio. Todo está en escuchar a nuestra comunidad y construir estrategias juntos”.
“Todo lo que hemos logrado es gracias a las personas que se levantan todos los días con la camiseta de Oriflame bien puesta. Me siento afortunado de estar aquí, optimista con el futuro y con muchas ganas de seguir creciendo junto a este país. Vamos por muchos años más”.

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