Dicen que la música tiene el poder de transportarnos a cualquier momento o lugar con tan solo escuchar. Eso me sucedió al visitar Disco Café y dejarme llevar y cautivar por el encanto del lugar, sus sabores y su gran selección musical.

Sin pretensiones, pero con una gran propuesta que podría ser parte de una escena de película, Disco Café te sumerge en una atmósfera acogedora, sumamente cómoda, aislada del mundo, llena de sabor y con el soundtrack perfecto.

El rincón ubicado frente al Parque México en la Condesa tiene lo necesario para convertirse en un gran spot para iniciar la mañana con un café, un bowl de frutas, unos huevos al gusto, un sándwich o pancakes. Sin embargo y luego de probarlo, te puedo asegurar que vas a querer volver para pasar tarde o disfrutar de una gran cena optando por sus costillitas de elote, unas clásicas french fries o su imperdible Disco Smash Burger.
Es imperativo, pedir los bites de coliflor, con una reducción picante de soya, ajo, chile, cilantro, ajonjoli y ranch.

Recientemente tuve oportunidad de visitar el lugar y no tengo más que decir que disfruté al máximo de cada platillo, pero no solo eso, sino que todo el tiempo que pasé en el lugar, pude apreciar y dejarme llevar por el encanto del ambiente en el mismo. Sencillo, entre amigos, con un toque retro y la música perfecta. Sin duda alguna, Disco Café me permitió disfrutar del momento presente, inmerso en un gran ambiente, con mucho sabor y que hoy se ha quedado grabado en mi memoria como si se tratara de un videoclip inolvidable y muy sensorial.