En un Hollywood saturado de efectos especiales, antihéroes conflictuados y filtros de Instagram, hay un actor que parece salido directamente de una película de los años dorados. David Corenswet, con su mandíbula marcada, mirada profunda y una elegancia que no se ve forzada, está conquistando la pantalla con algo que parecía perdido: The Classic Movie Star Charm (El encanto clásico de una estrella de cine).
Yo lo vi por primera vez en Hollywood de Ryan Murphy, donde su aura de leading man era imposible de ignorar. Y ahora, por ser el nuevo Superman en Superman: Legacy, una elección que no solo apunta a su físico— del cual, yo creo que no cometieron ningún error en castearlo—sino a su capacidad de encarnar esa mezcla de fuerza, vulnerabilidad y nobleza que definía a los grandes íconos del cine. Pero más allá del traje y los vuelos, David tiene algo que no se puede actuar: presencia.
Y sí somos completamente honestos, en los últimos años, Hollywood nos ha querido vender una y otra vez a hombres como los nuevos “hearthrobs”, aunque no siempre cumplan con ese magnetismo que solía definir a una verdadera estrella de cine. A veces parece que el encanto, la belleza clásica y el aura de movie star ya no importan, como si bastara con una buena estrategia de marketing para fabricar carisma.
Pero David lo es. Y no solo es guapo, es el tipo de guapo que parece diseñado para la pantalla grande. El que se siente elegante sin esfuerzo. Que tiene el look pero también la profundidad. En mi opinión, él sí merece todo el hype. No es un experimento del algoritmo, una industry plant, ni una cara viral del momento: es una estrella de Hollywood en toda regla, de las que brillan con luz propia.
Nació en Filadelfia y se graduó de Juilliard, convirtiéndolo no solo en una cara bonita, sino en un actor con oficio, con una curiosidad por los personajes complejos y con una sensibilidad que recuerda a los grandes: Paul Newman, Montgomery Clift, Gregory Peck. Tiene esa cosa difícil de definir que hace que el resultado de cualquier lente que lo capture se sienta simplemente cinematográfico.
Y por obvias razones, Superman: Legacy no será la última vez que lo veamos en pantalla. Todo apunta a que este papel lo catapultará a nuevas ligas, y es muy probable que en poco tiempo esté en todas partes: en más películas, alfombras rojas, campañas, sueños ajenos… y sí, con muchas más fans.
David Corenswet no solo está teniendo un momento, está construyendo una carrera con la misma calma con la que se camina por una alfombra roja. Y ser espectadora de eso, en estos tiempos, es mágico.
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