No sé si sea el indicado para escribir este texto, sin embargo, al contar con una plataforma que puede llegar a miles de personas, surge en mí la necesidad de compartir mi sentir.
Me tocó crecer en una época en la que la comunicación cada vez era más abierta, sin embargo siempre han habido ciertos temas que la sociedad quiere dejar de lado por no incomodar, por no generar miedo o simplemente por la idea errónea de que al contar con mayor información, podemos recurrir a acciones que pongan en riesgo nuestra vida o la de otros, lo cual en parte es cierto, sin embargo no por ello debemos dejar de hablarlo.
Hoy, 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención de Suicidio, una problemática sigilosa que anualmente se cobra la vida de más de 800 mil personas en el mundo. Tan solo en México, en 2024 se registraron más de 8 mil muertes por esta causa, más otros tantos miles de intentos.
Por ello es que el suicidio es uno de tantos temas de los cuales debemos de hablar con más fuerza, con más claridad y con más personas; pues las cifras no mienten, y el evitar hablar de ello no disminuye los intentos, simplemente los mantiene sigilosos y al resto nos vuelve indiferentes.
Y no considero que se trate de sumarnos a la conversación únicamente cuando conozcamos a alguien que atraviese por esta situación, y mucho menos debemos esperar a que esta causa se cobre más vidas para actuar. Considero que días como hoy en los que se conmemoran luchas tan importantes como la prevención del suicidio, no solo son para aquellos que han sido víctimas, sino que lo son para toda la sociedad, pues merecemos vivir en un mundo más empático, en un entorno en el que volteemos a vernos los unos a los otros, en el que sin importar si conocemos o no a alguien que podemos ayudar, lo hagamos sin pensar. Merecemos vivir en un mundo en el que no esperemos a que sucedan las tragedias para unirnos, para mostrar nuestro lado más humano o simplemente para actuar.
Hoy que tenemos tanto acceso a la información, que tenemos a la mano teléfonos y computadoras para comunicarnos con cualquier otra persona en cualquier parte del mundo; hoy que podemos recurrir a una sesión de terapia en línea y a la distancia o simplemente hoy que la comunicación es tan inmediata, la invitación es acercarnos, a cuidarnos y a procurarnos.
Hoy quiero decirle a cualquiera que lea este texto y que esté atravesando por una situación como tal o que haya llegado a experimentar pensamientos suicidas, que sin importar si me conocen o no, estoy para escucharlos y acompañarlos, que recurran a su red de apoyo y a ayuda profesional, una llamada puede hacer la diferencia, y, ante todo, quiero decirles que el mundo no sería mejor sin ustedes.
Todo en la vida es elegir y cada tanto también es resistir.
P.D. Gracias, Ana Carbajal por compartir mensajes positivos para la gente y por inspirarme siempre.